Los reclamos más demandados a la hora de conocer turísticamente una provincia española son sus pueblos, su conjunto monumental y su gastronomía. Por otra parte, si lo que se busca es el perfil económico de dicha provincia se investiga su tejido industrial, así como su ritmo de producción y sus fabricaciones más cotizadas.

Si se mezclan estos dos parámetros, Córdoba destacaría por sus 75 pueblos de bella factura, la Mezquita-Catedral, el barrio de la Judería o el flamenquín y el salmorejo, así como su sector joyero -reconocido a nivel internacional--.

Pero a la hora de destacar aspectos de un lugar, pocas veces aparece un deporte en conjunto. Sí se ensalzan las trayectorias de deportistas individuales, ya sea el mallorquín Rafael Nadal, el asturiano Fernando Alonso, los barceloneses Pau Gasol y Mireia Belmonte, el albaceteño Andrés Iniesta o la onubense Carolina Marín.

En este sentido, Córdoba sí que puede presumir de fabricar talento casi en serie para un deporte. Es el caso de fútbol sala, un deporte en el que un total de 25 cordobeses juegan las categorías de Primera y Segunda División de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS).

El máximo exponente

La más elevada expresión de esa fabricación cordobesa es el Itea Córdoba, ya que 13 de sus 14 jugadores salen de tierras cordobesas. La mayoría provienen son de la capital cordobesa con siete (David Leal, Pakito, Jesús Rodríguez, Antoñito, Dani Flores, Manu Leal y Cristian). Aunque en el equipo la provincia está también representada con seis futbolistas: Catiti (Montoro), Koseki (Priego), Cordero (Navas del Selpillar-Lucena), Agus (Baena), Cristóbal (Espejo) y César (Cabra).

Más calidad repartida

No solo el Itea Córdoba CF Futsal lleva la bandera de Córdoba por España. En la máxima categoría, ocho cordobeses demuestran sus cualidades en equipos de gran prestigio. El reparto es más equitativo con cuatro de Córdoba y otros tantos de la provincia. La Palma Futsal cuenta con dos jugadores de la ciudad cordobesa como son Carlos Barrón y Lolo Urbano. Mientras que los dos clásicos del fútbol sala español tienen a uno por equipo: Andresito de ElPozo Murcia y Bebé, del Inter Movistar.

El club de Torrejón de Ardoz también cuenta con otro cordobés de la provincia, en este caso el bujalanceño Solano. El resto de cordobeses de la provincia en Primera son el menciano Boyis (Jaén Paraíso Interior), el prieguense Rafa López (FC Barcelona) y el montoreño Cecilio (UD Levante Futsal). Este último es el pichichi de Primera con 10 goles tras los dos que anotó el pasado sábado al O Parrulo Ferrol.

Todos ellos están teniendo un gran arranque de temporada. De hecho, a día de hoy todos ellos jugarían la próxima Copa de España ya que sus respectivos equipos se encuentran entre los ocho primeros clasificados.

Además, Doña Mencía también tiene otros dos futbolistas en Segunda División. Son Colacha, que juega en el Rubén Burela y Cala, que lo hace en el UMA Antequera. Este último juega con otros dos paisanos de la capital cordobesa en el club antequerano: Juanra y Corredera.

Más allá del parqué

También hay otros cordobeses que desempeñan otra labor en las máximas categorías del fútbol sala nacional. Es el caso del árbitro procedente de Villafranca de Córdoba Juan Ramos. La 2017/18 su novena temporada como colegiado en la máxima categoría. El pasado sábado fue uno de los cinco cordobeses que estuvieron presentes en el histórico partido entre Inter Movistar y Palma Futsal, un duelo en el que el pabellón Jorge Garbajosa acogió también a cuatro jugadores de la provincia. Como dato estadístico, dicho partido finalizó con victoria para el vigente campeón de Liga por 5-3 y Lolo Urbano marcó uno de los tres tantos visitantes.

Por otro lado, en Segunda División hay dos entrenadores que transmiten todo su saber a sus pupilos. Por un lado, Miguel Ángel Martínez ‘Maca’ comanda el primer proyecto del Itea Córdoba CF en la división de plata. Por otro, un técnico pontanés es el responsable de que los jóvenes valores de ElPozo Murcia construyan un futuro prometedor en su filial. Se trata de José Antonio González.

Todos ellos son reconocidos en sus respectivos clubs y estamentos. Y con el mismo denominador común: la tierra. Por ello, Córdoba es exportadora de talento en un deporte que cada vez gana más aficionados.