Tiempos de especulación

Estamos observando, de dos meses para acá, la bajada y subida del precio del aceite. Cuando hemos vivido, durante un año. que el precio a penas se movía en torno a los 3,80 euros y ha sido llover, terminar la campaña de recogida y bajar hasta los 2,65 euros.

Me parece excesiva la bajada tratándose de un producto de primera necesidad. El valor de lo bueno siempre ha sido reconocido en su justa medida, sobre todo en la agricultura. Cuando surgía la compra de una finca, el corredor de turno te decía: «Cómprala, que está en el pago tal o cual». Todos los pueblos tienen pagos buenos y regulares. Unos de arcillas expansivas (bujeos) o arenas y alberizas. Lo cierto es que aquello que era considerado bueno no bajaba de precio, y ademas los tratos se hacían con un apretón de manos y la palabra dada. Sin mas intervención que las tres personas y la copa de vino, para celebrarlo. Aquello eran operaciones cercanas, mirándose a la cara.

Hoy no es así, poco sabemos de las operaciones de venta de nuestro aceite, se dan casos de ventas a «resultas», es decir «un día lo vendimos a tal y a la semana a cual». Recuerdo de mi época de comerciante que a las rebajas iba lo malo o regular. Este no es el caso de nuestro aceite. Mantengámoslo y defendámoslo como el pago de la buena tierra. Yo estrecharé la mano y me quitaré el sombrero, agradecido.

Hubo un rey que dijo que lo que mas valor tenía era el oro y el caballo, y le contestó un agricultor: «No, majestad, una lluvia de abril y dos en mayo, valen más que el oro y el caballo». Quizás quiso decir el rey que lo que mas valor tenía era el oro.. Del virgen extra de nuestro aceite y el clima mediterráneo.

<b>Manuel Márquez Jiménez. Agricultor</b>

Córdoba