Cuatro derrotas en diez días han dejado al Real Madrid fuera de la Copa del Rey, de la Champions y en una difícil posición en la Liga Santander. El entrenador --sea no no suya toda la responsabilidad-- ha llevado al desastre al equipo con decisiones caprichosas y falta de capacidad para gestionar el vestuario. No dimite, aunque el club baraja su posible destitución.