La pala mecánica ya está retirando tierras del terreno que habrá de ocupar el hospital Vega del Guadalquivir en la ciudad de Palma del Río. Doble satisfacción ver comenzada una obra tan esperada e ilusionante, como comprobar que lo ejecuta una empresa local. A propuesta del alcalde, la firma constructora OHL ha recibido a los empresarios locales, EMPA, para conocer de primera mano la posibilidad de seleccionar a profesionales palmeños de distintos sectores. Confiamos que el centro hospitalario contribuya a generar empleo y motive la inversión de nuevas demandas en un eje de crecimiento local, la Gran Vía Aulio Cornelio Palma.

Estamos los palmeños de auténtica pasión, llenos de esperanza florida en el gestionar de la cosa pública y alejados de discursos demagógicos y trasnochados en un Estado aconfesional que respeta la libertad religiosa y no pretende ni debe inmiscuirse en manifestaciones de credo. La institución municipal, como es su obligación, atiende a todos sus ciudadanos en sus proyectos asociativos para potenciar cualquiera de las áreas que estime: la cultura, el deporte, el ocio, la economía... y las tradiciones. Pero aquello de ser más papistas que el Papa, les retratan en un totum revolutum donde se mezclan consignas electorales obviando los mecanismos establecidos para lograr legítimas pretensiones. Por tanto, primero la pala retira la tierra y luego se construyen los cimientos; primero se plantean las iniciativas con proyecto económico en los presupuestos municipales, y luego, se ejecutan las partidas.

No debe haber caminos populistas, ni renglones torcidos, ni rendijas oscuras por donde se cuele el agua de las cloacas, ni intereses subyancentes, ni indecentes, solo el interés de la res publica definido en la Constitución, título VIII, capítulo segundo, artículo 142: «Las Haciendas locales deberán disponer de los medios suficientes para el desempeño de las funciones que la ley atribuye a las Corporaciones...». Por favor, preparen los asuntos.

* Historiador