El nuevo Gobierno tiene entre sus objetivos la subida gradual del Salario Mínimo Interprofesional -situado hoy en 900 euros brutos al mes, 12.600 anuales en 14 pagas- hasta alcanzar unos 1.200 euros mensuales. Como medida más próxima, se espera un alza de hasta unos 1.000 euros al mes, que, según estimaciones (pues no hay una estadística concreta), podría suponer una subida de sueldo para más de 150.000 trabajadores cordobeses. La medida, celebrada por los sindicatos, inquieta sobremanera a las organizaciones empresariales, muy especialmente a las agrarias, que tildan estas cifras de «inasumibles». Cuando el SMI subió a 900 euros se auguró un aumento del paro que no se ha producido, pero las circunstancias hoy son distintas. Por desgracia, la rentabilidad de gran parte de las empresas se basa en la contención salarial, pero igualmente es cierto que la salida de la crisis ha creado graves desigualdades por los salarios tan bajos que en muchos casos ni siquiera permiten a las familias salir de la pobreza. También es posible que el alza del SMI provoque más economía sumergida, especialmente si se acompaña de subida de impuestos, por lo que los planes del Ejecutivo requerirán una aplicación prudente y gradual, y que se refuercen los sistemas de control laboral y fiscal.