El responsable de la nefasta gestión del Reus Deportivo está desaparecido desde que vendió el club a los nuevos dueños. El futuro de la entidad centenaria está en el aire, después de ser expulsada tres años de LaLiga por impago y del obligado descenso a Segunda B. Además, el club ha recibido una sanción de 250.000 euros, lo que complica más su futuro, con una deuda que supera los 5 millones de euros.