El diputado de ERC sigue confundiendo la política con el espectáculo y convirtiendo las actitudes insultantes en su método habitual de discurso parlamentario. Flaco favor hace a la institución y flaco favor se hace a sí mismo. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, lo expulsó del salón de plenos tras haberle llamado tres veces la atención. La educación no está reñida con la crítica.