El año no puede acabar peor para Córdoba en lo que se refiere a determinados datos estadísticos. La provincia se despuebla desde hace años, lo que provoca un envejecimiento progresivo a causa de la falta de relevo generacional, algo a lo que contribuye la cobra que acaba de hacer Alemania a nuestra minería, actividad precisamente que en el pasado dio renombre, riqueza, cultura, modernidad y cosmopolitismo a nuestra provincia. Alemania, el país con el que todos hicimos la vista gorda cuando se reunificó al permitirle superar con creces sus límites de déficit público puesto que había mucho que invertir en mejorar el desastre comunista de la Alemania oriental, nos pagó ajustándonos el cinturón a los demás cuando nos vinieron mal dadas por una crisis burbujeante que nació en los Estados Unidos y nos metió a todos en el torbellino de la recesión. Pagamos con creces los ajustes dictados por Alemania viendo nuestros sueldos rebajados, nuestra sanidad y educación recortadas, lo que generó desempleo, emigración intelectual hacia Europa y, encima, el desprecio de esa parte egoísta y prepotente del continente otrora habitado por bárbaros hasta el punto de jugar con el acrónimo PIGS (Portugal, Ireland, Greece y Spain) y su significado en inglés, que es «cerdos». Pues bien, esa Alemania a cuya recuperación de postguerra tanto y tantos emigrantes del sur contribuyeron, nos acaba de gastar la última jugarreta. Mientras en los centros de poder europeos pregona, exige y consigue que aquí renunciemos a un sector como es el del carbón, que no sólo es energético sino también estratégico por cuanto suponía actividad económica, empleo y arraigo socio-cultural en comarcas a las que les iba la vida en su conservación, Alemania nos hace la cobra y en su suelo decide mantener el sector y, por supuesto, el empleo minero, cosa que han imitado Polonia, Bulgaria y Rumanía. Lo denuncia FIA-UGT, lo ha denunciado IU desde siempre que yo recuerde, pero en España los gobiernos de todos los colores se han hecho cómplices de asesinar nuestro carbón y nuestras comarcas a costa de importación de mineral extranjero. No les importamos.

* Profesor