La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define el acoso sexual como «toda conducta de carácter sexual no deseada que, de acuerdo a la percepción razonable del receptor, interfiere en su trabajo, se establece como condición de empleo o crea un entorno de trabajo intimidatorio, hostil u ofensivo». Puede afirmarse que son muchas las mujeres que actualmente sufren acoso laboral. De media, actualmente puede afirmarse que son muchas las mujeres que sufren algún tipo de acoso laboral. Del que se va a hablar a continuación es del acoso sexual que muchas mujeres e incluso hombres, porque el género masculino también es víctima, sufren en el ámbito laboral. Humillaciones y chantajes son la tónica de los acosadores en el trabajo. ¿cómo identificar el acoso sexual? Para identificar cualquier conducta que pueda hacer evidente el acoso sexual en el trabajo existen varios elementos. Por ejemplo, siempre que un determinado comportamiento que gire en torno al sexo afecte a la dignidad de la persona acosada y este resulte ofensivo, no deseado e irracional, es acoso sexual. El acoso sexual por parte del acosador acaba por convertirse en un ansia de demostrar su poder ante la víctima y sentirse excitado persiguiendo y molestando a la otra persona. Puede haber un acoso de diferentes niveles en el que los ataques sean físicos como manoseos, roces, miradas lascivas o agresiones físicas; y verbales como insinuaciones y/o comentarios sexuales. Sean físicos, verbales o no verbales, los ataques deben ser notificados. Existen varias situaciones concretas en las que hay un tipo de acoso y ante las cuales es necesario actuar:

1. Quien es acosado sexualmente se siente incómodo en el trabajo, mermado pues prefiere estar alerta ante cualquier posible agresión y esto lleva a no concentrarse en sus tareas. El descontento de sus jefes o el despido son las consecuencias finales de sufrir acoso sexual en el ámbito laboral.

2. Las relaciones sociales se debilitan con los compañeros. Un individuo que es acosado en su lugar de trabajo evitará por todos los medios pasar más tiempo de lo necesario en donde desempeñe su profesión. Huir de su acosador o acosadora será un acto reflejo que repercutirá en la estabilidad y comodidad de la víctima mientras esté trabajando.

3. El acoso sexual puede proceder de cualquier individuo. Normalmente se tiende a pensar que la figura del acosador y/o acosadora corresponde a alguien con un cargo más alto, mas el acoso y las insinuaciones sexuales pueden venir de cualquier compañero de trabajo.

4. Si una persona está siendo acosada, algo normal es que sienta una profunda culpabilidad. Las víctimas de los acosadores tienden a pensar que la culpa de esa situación es suya, por esto evitan quejarse o denunciar. Sin premisas éticas el acoso es en suma considerar a la persona como objeto y no como sujeto.

* Licenciado en CC. Religiosas y educador sexual