El Parque Tierno Galván se convirtió el pasado domingo 9 de junio, y por segundo año consecutivo, en espacio de peregrinación de cientos de montillanos que quisieron acompañar a la Virgen de las Viñas en su tradicional romería. El buen tiempo acompañó durante toda la jornada a los numerosos vecinos y devotos de la patrona del noble gremio de la vid y el vino en una cita que celebró su vigésima edición.

El Grupo Romero Virgen de las Viñas y Amigos del Caballo y la Hermandad del Señor en la Santa Cena iniciaron su recorrido desde la Barriada de El Gran Capitán hasta la zona de La Pradera, tras el tradicional desayuno molinero en la plaza de La Merced.

La imagen de la Virgen, que iba sobre una pequeña carreta tirada por dos bueyes y al son de la flauta y el tamboril, recorrió las calles de Montilla acompañada de una extensa comitiva de peregrinos, entre los que se encontraba el pregonero de esta romería, Manuel Ordóñez Gómez, y Rosario Morales Merino, reconocida este año como «Amiga de la Romería», junto a representantes del Grupo Romero y de la hermandad, además de miembros de la Corporación municipal, como la concejala de Festejos, Lola Casado

La primera parada de la comitiva tuvo lugar a las puertas del cuartel de la Guardia Civil, donde tuvo lugar la tradicional ofrenda floral a la pequeña imagen de la Virgen del Pilar que preside la entrada a la sede de la Benemérita.

A su llegada al Parque Tierno Galván, el Grupo Romero y la Hermandad de la Santa Cena celebraron la Misa Romera, que este año contó con la participación del Coro Rociero «Nuestra Señora de Belén» de Montilla. Tras la eucaristía fue el momento de disfrutar de un gran día de convivencia y de las bondades que ofreció, un año más, el Parque Tierno Galván para acoger la romería, mucho más próximo al casco urbano y dotado de zonas de aparcamiento y de servicios. Además, aunque no se registraron altas temperaturas en la ciudad, la arboleda de La Pradera ofreció un entoldado natural que ayudó a disfrutar de la jornada.

Finalmente, tras la tradicional ofrenda floral en la cooperativa La Aurora y la entrega de trofeos y de medallas, los romeros iniciaron el recorrido de vuelta hacia la iglesia de La Merced donde la Virgen de las Viñas fue despedida con la tradicional Salve Rociera.