-Sorprendió su llegada al Córdoba. Nadie la conocía.

-Mi llegada al Córdoba se produce por algo a lo que tengo mucho cariño, que es el fútbol femenino. Cuando Jesús León me propone ser consejera se debe a que estaba en un proyecto de fútbol femenino en Córdoba. Había unos empresarios y gente del fútbol que tenían intención de montar un Córdoba femenino, aunque no de la mano del Córdoba. Todos pensaban que el fútbol femenino tenía un futuro interesante, incluso con gente de fuera del fútbol y me llaman para poner en marcha ese proyecto en Córdoba. Recurrí a amigos, a un grupo de gente con los que diseñamos imagen y vimos cómo ponerlo en marcha. Jesús León se entera de eso por conocidos en común y tengo una reunión con él en la que me dice que va a comprar el club, sería en diciembre del 2017, creo. Nos caímos bien, tuvimos buen feeling y cuando compra el Córdoba a los dos días me llama y me dice que me vaya al consejo. Le recuerdo que tengo el proyecto del futbol femenino y le digo que me tiene que garantizar que vamos a hacer esto dentro del club. En ese proyecto anterior había hablado con gente de fútbol y me advirtieron que montar un proyecto de fútbol femenino fuera del club de fútbol de la ciudad era muy complicado. La única condición que me puso el presidente fue que esperara a que nos salváramos y acepté. Era un poco la condición que puse, la del fútbol femenino. En esos seis meses, no sé si de manera temeraria o no, fui poniéndolo en marcha y tras el partido del Sporting, al día siguiente, le recordé que había que ponerlo en marcha. Teníamos en Córdoba un barrio, con olor a azahar como dije en su día, y no lo sabía mucha gente. Pasaban fatigas, no tenían dinero ni para poder competir en Segunda y entendí que lo teníamos ahí, con su cantera en todas las categorías. Entendí que teníamos que hacerlo con ellos. Hicimos la absorción de toda la categoría femenina de El Naranjo y lo que el presidente no sabía es que yo ya tenía todo hecho después del partido contra el Sporting.

-¿Cuál es su papel en el club?

-En los seis meses primeros mi función era como consejera y me dediqué a esto que comento. Hombre, daba mi opinión porque no estoy de florero en ningún sitio. “Si pretendes completar conmigo la cuota femenina te estás equivocando”, le advertí a Jesús. Ahí me encuentro una estructura del club que yo no conocía: una dirección financiera, una dirección deportiva, unos señores que yo no conocía y que estaban allí. He convivido esos seis meses con esa estructura y con la que no había participado. Durante ese tiempo llego a mis propias conclusiones. Conclusiones que coincidían con las de Jesús y es que aquello era insostenible. Cuando hay que adoptar la decisión de darle otro giro y cambiarlo, uno de esos giros es el tema del asesoramiento jurídico. A mí Jesús me propone hacerme cargo del asesoramiento, me parece un reto interesante. Yo no sabía todo lo que había que hacer, pero cuando estás tienes que hacer y tienes que asumir responsabilidades. Tenía que hacerlo: por el club, por Jesús y por intentar poner las cosas más ordenadas.

-¿Por qué dice que aquella situación era insostenible?

-Voy a hablar desde la faceta profesional mía. Había cosas que a mí no me gustaban. No sabía de los pleitos, porque al no ser la abogada del club, al consejo llegaba poca cosa. Por ejemplo, ahora tengo una ficha de cada expediente que tengo y esa ficha la puede consultar Jesús, el consejo, Alfredo (García Amado) y saber en cada momento en qué situación se encuentra cada pleito. Y yo me he encargado de ordenarlo. Pero eso en el tiempo que yo fui consejera no existía. Tampoco había un reporte al consejo de los abogados sobre el trabajo que se hacía. A mí eso no me gustaba, pero también es verdad que esos seis meses pasaron muy rápidos. Y con una angustia total por el objetivo, que era salvarse a costa de lo que fuera y como fuera. Eso no lo podemos perder de vista. De jugar en casa, a jugar fuera, luego otra vez aquí… Lo deportivo mandó sobre cualquier otro aspecto. No era tampoco la abogada del club, pero lo que veía desde fuera a mí no me gustaba. Eso y otras cuestiones. Pero mandó lo deportivo. Y cuanto más ganábamos y más cerca de salvarnos estábamos, más todavía, porque veías que era posible. Que lo que parecía imposible era posible. Si el pecado que hemos cometido es estar seis meses cegados por el objetivo de salvarte, pues yo lo asumo.

-¿Ceguera con Luis Oliver?

-Y mucha más gente. Porque yo, por ejemplo, una de las primeras cosas que hago cuando llego es resolver el contrato de todo el mundo. De todos. Y me encuentro con muchos contratos, algunos de ellos no tenían ningún sentido. Oliver con su gestión deportiva, Zulategui con una empresa que se llama WACC, que me encuentro que facturaba todos los meses y era consejero conmigo. Yo no he facturado nada en esos seis meses siendo consejera. Ahora facturo porque soy abogada del Córdoba y detalladísimo y justificadísimo. Yo no facturé y otro consejero, Manolo (Garrido), tampoco. Pues me encuentro cuando accedo como abogada, que Zulategui facturaba todos los meses. El motivo de las facturas eran, por ejemplo, por ocurrírsele el hashtag que la semana del partido del Osasuna había salido en la web del Córdoba. Yo creía que esto se hacía porque cada uno aportábamos nuestro granito de arena, incluso yo durante esos meses. Yo nunca he cobrado por aportar mis ideas en ese sentido, pero resulta que el señor Zulategui sí. Y yo no lo sabía. Y estaba en el consejo. Y facturaba cantidades muy importantes cada mes. Me encuentro con que hay un señor que viene al palco que ni lo conozco. Me lo presentan y descubro que este señor, a través de otra sociedad, también ha estado facturando por campañas de marketing. En marketing debíamos ser la pera, porque no sé, cuando teníamos una estructura dentro del club que hace esas cosas. Me encuentro con un mogollón de abogados que cobran.

-Recuerdo que en la demanda por despido de Alejandro González, acudieron Teo Brea y Fran Rodríguez.

-Sí. No solamente había un contrato con unos abogados, Novasport Law, sino que hay otra factura de otros abogados. Un tal José Miguel Rodrigo, que siempre entendí, y así me lo presentaron, era el abogado de Luis Oliver.

-¿Y también pasaba minutas?

-También. Teóricamente por acudir a los consejos de administración. Y yo como consejera no lo vi en ninguno. Hay también otra sociedad que facturaba al club, Pacific Sports Business, y yo aún no sé esta sociedad qué es lo que había hecho. Esa es la situación que yo me encuentro cuando accedo a ella. Lo primero que hago es resolverlos y decir que hasta aquí hemos llegado. Porque cuando llego estaban las minutas de ese mes y digo que ya no se va a pagar más.

-Eso, en julio.

-Si, bueno, ya en junio. Lo que pasa es que bueno, eso es lo que hay. Todo esto no era solamente Zulategui. Era Zulategui, era WACC, era Novasport Law, era Pacific Sports Business, era José Miguel Rodrigo… Era la cantera. En el último despido al que he tenido que ir, a la conciliación del director de la cantera, hay un contrato. Alega que tiene ese contrato con cantidades. Los contratos siempre los ha firmado el presidente, Jesús León. Pues ese contrato no está firmado por Jesús León. Está firmado por un señor que no tenía poderes para firmar ese contrato. Era como una… Todo estaba en manos de un…

-Todo controlado por Oliver.

-Eso lo dices tú. Yo lo que digo es que había una serie de aspectos en los que el club tenía una organización que funcionaba muy bien, que estaba en todos los aspectos del club y que todo…

-Una actividad muy coordinada.

-Sí, y todo giraba en torno a Luis Oliver.

-¿Y la negociación con él cómo se encuentra?

-Esa negociación la lleva de momento Jesús León directamente. Tengo tres “peleas” todavía: estos abogados y los de González y Zaldúa del último periodo anterior. Hay cosas que he puesto en conocimiennto del juzgado, como por ejemplo realizar actuaciones que rebasan en mucho el poder que tienes otorgado, eso se llama administración desleal. Y si tú haces pagos que son indebidos y no sabemos para quién son, pues puede haber incluso varios delitos. Y yo he tenido la obligación de ponerlo en conocimiento del juzgado. Hay que estudiar si esto forma parte de un entramado, que será el juez el que tenga que verlo. Tenemos puesta una denuncia porque hay una serie de pagos que no proceden de ninguna forma, operaciones de disposición en las cuentas utilizando unas claves que no correspondían. Es decir, que no se podían hacer e incluso de dinero en efectivo. Nos hemos encontrado con contratos firmados por Teo Brea incluso después de revocarle el poder. Esa es la segunda ampliación de la demanda. Y falta una tercera ampliación por pagos indebidos que los voy a poner en conocimiento del juzgado también. Es complicado evaluarlo todo, porque hay incluso dinero de taquillas.

-¿De cuánto dinero hablamos?

-No lo tengo cuantificado todavía, pero la primera parte que se puso por disposiciones de las cuentas son unos 300.000 euros. De pagos indebidos, es una parte que se está estudiando porque es una contabilidad muy compleja, no puedo cuantificar ahora mismo. Pero sí, podemos estar hablando de otros 300.000 euros.

-Zulategui quiso dar una rueda de prensa, pero al final no la dio.

-Lo que tengo entendido de Zulategui es que reivindica que se le paguen una serie de facturas que él llegó a emitir. Insisto: facturas que desde un punto de vista jurídico yo entiendo que no proceden, porque él no tenía un contrato con el Córdoba por el que tuviera que hacer ningún trabajo para el club y si él estaba allí como persona ocurrente, como uno más, como podía estar yo y con el departamento de marketing que tenemos, él llegaba y decía que el logo iba a ser tal, no creo que haya que cobrar. Yo no lo he hecho. Él estuvo cobrando durante unos meses unas cantidades que nunca pasaron por el consejo de administración y cuando llegué, en junio-julio, pretendió cobrar facturas y yo me negué. Las devolvió y le mandé incluso un burofax en el que le informaba de que me reservaba la opción de reclamarle lo indebidamente abonado. Quiero pensar que quiere asustar para ver si cobra. En septiembre me llamó diciéndome que quería hablar conmigo. Le dije que cuando él quisiera. Incluso me citó un día y luego me llamó diciéndome que no podía. Y hasta hoy. Cuando quiera hablar conmigo, aquí estoy.

-Otro lío en verano fue con Carlos González.

-El tema con Carlos González está afortunadamente arregladísimo. Hicimos un acuerdo, una novación del contrato que había, con unos plazos diferentes. Se cumplió la parte que Jesús León tenía que pagar en julio. Es verdad que con retraso. Es verdad que todos aplicamos la generosidad, en un sentido y en otro. Y se hizo una escritura de novación el último día de julio. Hay un plazo ahora, en enero y el último plazo que será en verano que viene. Antes había unos plazos a más tiempo y lo que se ha hecho es recortar el vencimiento final.

-Eso resuelto, pero la herencia de demandas que dejó no es corta.

-Muchísimas. ¿Cuántas? El 90% del volumen que tenemos. Lo que tiene una dificultad añadida, porque si me ponen un pleito por el estado del césped en la temporada 2014/15 pues yo cómo defiendo eso ahora. Es muy complicado, tiene la dificultad añadida de falta de pruebas. Si es ahora, pues hago una pericial y me puedo defender, pero a veces me resulta muy difícil la defensa porque son cuestiones de cuando no estábamos, que no sabemos qué pasó, que no hay testigos… Estoy recurriendo a llamar a gente que está colaborando muy bien conmigo, de aquella etapa, porque son los que tienen las claves para que yo pueda defender ahora despidos. Estados de césped, indemnizaciones de daños y perjuicios porque, por ejemplo, se expulsó al Córdoba Boxing cuando se subió a Primera y pide una indemnización.

-Muchísimas. ¿Dos docenas? ¿Más?

-Muchísimas.De las cosas más variopintas. Por ejemplo, Maroam. Se publicó el otro día que la audiencia previa es en enero, antes de que se me notificara por el juzgado. Este es un pleito, por poner un ejemplo de todos los que hay, en el que se reclama 1,3 millones de euros, que no es ninguna tontería y fíjate la trascendencia que puede tener para las cuentas y en la situación en la que estamos. Y este pleito se pone ahora, en febrero del 2018, cuando llega Jesús León. No se le ha ocurrido ponerlo en los tres o cuatro años anteriores, cuando estamos hablando de una indemnización cuando a este señor le resuelve el contrato la anterior propiedad, con los que he tenido que hablar, claro. Ni siquiera es una resolución, sino que no le renuevan. Y ahora es cuando este señor dice que se le han provocado daños y perjuicios, que nunca reclamó a Carlos González. El Córdoba subió en junio del 2014 y creo que desde entonces ha llovido. Pues no. Los reclama ahora. Creo que cuando los clubs cambian de propiedad hay muchos intereses en torno a ellos que en ese cambio de documentación y de personas, se dirigen a intentar lograr, en esos cambios, alguna ventaja. Por si cuela. Como dice el himno, para bien o para mal para el señor de Maroam, me toca a mí defender los intereses del club.

-Otro problema está planteado por Antonio Romero.

-Me sorprenden varias cosas, porque a Antonio le tengo afecto y ha sido consejero conmigo. Una etapa en la que él ha visto con sus propios ojos, como yo, pero todos estábamos imbuidos del espíritu y el ansia aquella de salvarnos. A mí lo que me sorprende descubrir en un momento determinado, que Antonio estaba reclamando honorarios de la etapa de González. Y me sorprenden varios aspectos. Primero, porque yo te cuento cómo entro en el club, pero a mí, si el club me debe dinero cuando el club me llama, yo a Jesús León le digo que, además de lo del equipo femenino a mí me deben dinero y tiene que liquidármelo. Porque lógicamente hay un conflicto de intereses. Si te debe dinero una entidad que te pide que seas consejero, para mí hay un conflicto de intereses. A mí, tengo que decir que me chocó. Luego, por circunstancias he tenido que descender al terreno de ver lo que Antonio reclama. Y lo que reclama había en su primera reclamación muchos honorarios incluso prescritos, porque él no los había reclamado ni siquiera a González y por lo tanto habían prescrito, habían pasado más de tres años y otros honorarios que no estando prescritos pues en unos casos entiendo que el importe no es correcto y en otros entiendo que debo velar por los intereses del club. Y para mí que no se hayan reclamado unos honorarios en su momento, cuando has hecho el trabajo y a quien le has hecho el trabajo y en su beneficio y que al cabo de tres años los reclames, pues a mí eso, como abogado, me choca. Y como consejera me indigna un poco.

-Por tener, tienen hasta demandas de aficionados.

-Sí, ese es un asunto en el que no he intervenido en el recurso. Esa demanda se puso de antes. La contestación a la demanda la hicieron en su momento los abogados de Carlos González, no Antonio Romero, sino del despacho de Iván Zaldúa, con una contestación muy bien hecha a mi parecer. El juicio se ha hecho en la etapa de estos últimos meses. Una cuestión muy jurídica. Se dictó sentencia desestimando la demanda de este aficionado, desestimando la indemnización y otros asuntos que pedía, además de condenarle en costas. Ha recurrido y he intervenido ahora oponiéndome a ese recurso. Tendremos sentencia de la Audiencia de Córdoba, dentro de mucho, porque la vista de ese recurso creo recordar que está señalada para enero del 2020.

-Vayamos a las infraestructuras, clave para el estado contable del club. ¿La cesión de El Arcángel?

-Es un tema peliagudo. El pasado jueves hablé con la alcaldesa y sé que desde el Ayuntamiento se tiene todo el interés del mundo por hacer una cosa que no se ha hecho nunca y que hay que hacerla. Hay quien me habla de algún documento anterior, de que se hizo ya antes, pero a mí no me consta. El caso es que actualmente no hay nada, el Ayuntamiento y la alcaldesa, personalmente, está decidida a que esto se resuelva de la mejor manera posible, tanto para el Ayuntamiento como para nosotros. Esta situación de cesión prescrita/en precario o algo así… La realidad es que cesión hay. Hay que documentarlo, no solo por las cuentas, sino también por la responsabilidad ante cualquier cosa. Ahora mismo tenemos escritos de LaLiga que nos demandan una serie de mejoras y arreglos de cara a los partidos por televisión y que lógicamente, a estas alturas, he dicho que tenemos que tener el contrato. No podemos meternos en invertir y arreglar allí y que nos digan: “¿Qué hace usted si no está legitimada para hacer esto?”. Tenemos problemas técnicos con transformadores y otras cosas que hay que acometer inmediatamente, porque LaLiga nos lo está imponiendo, porque hay que acometer unas obras. Y hacerlo con un contrato de cesión. Tendremos pronto un borrador y hay que encajar los intereses de todo el mundo. No sé qué otro inquilino puede tener el Ayuntamiento para el estadio que no sea el Córdoba CF, no se me ocurre. Y la función que hacemos, función social, es importante. ¿O alguien cree que 70 euros de un abono es un precio razonable? Seguramente para muchos aficionados sí, pero comparándolo con otros espectáculos como el teatro, no. Esa socialización de los precios en los abonos, aunque haya quien le parezcan caros, por comparación con otros espectáculos de toda una temporada, en los que los precios son muy diferentes.

-Otros espectáculos son bastante más cómodos que El Arcángel.

-Bueno, pero ese es el estadio que se ha hecho. Tener El Arcángel a medio terminar, con una situación como la que tenemos… Hay que acometer todas las obras y lo que hay que hacer como se ha hecho en otros sitios. Pero, lógicamente, con un contrato de cesión y en condiciones.

-¿A través de un canon?

-Claro, el problema está en el canon. Lo que no podemos perder de vista es que debemos mantener el estadio, que eso cuesta muchísimo de dinero, que tenemos que acometer las obras de adecentamiento, de mejora, que los abonos tienen un precio determinado y todo eso hay que tenerlo en cuenta. Esos factores no se pueden ignorar a la hora de fijar el canon.

-¿Por cuánto tiempo?

-La cesión lo suyo sería que fuera por bastantes años. Me voy a arriesgar y creo que a final de año algo vamos a tener. Todos los interlocutores estamos por la labor de que así sea.

-Visto todo lo anterior hay que valorar la situación general del club.

-Entre todos tenemos que sacar esto. Por nosotros, por el Córdoba, por la afición, por la ciudad, por todos. Lo que no me parece es instalarse permanentemente en la crítica. Eso yo no lo entiendo. Que sí, que cuando estás en cierta situación la gestión te la tienen que fiscalizar, pero debemos ser más positivos. No perder de vista todo. ¿Hubiéramos querido que el Córdoba descendiera la pasada temporada? Esta vorágine que vivimos nos ha llevado a cometer muchos errores y también a asumir muchísimos errores antiguos, que no nos ha quedado otra. Nos queda todo el año por delante, deportivamente hay que tirar hacia adelante. Salvamos los expedientes de LaLiga. Si había poco con todo lo que he contado antes y más cosas. Como tener que reunirme con González, cuando había escrito mil veces “González váyase”. Y llegan los expedientes de LaLiga. No se habían hecho las alegaciones bien hechas porque había una deficiencia importante en el tema jurídico y tuvimos que responder de golpe a siete expedientes. Nos pedían una millonada en cada uno y al final, 3.000 euros cada uno. Ese que queda pendiente pide una sanción de 45.000 euros. Ya veremos. Lo hemos recurrido y hemos alegado. Creo que no se corresponde la irregularidad en la factura con ese tipo de sanción. Y queda otro aparte, del control económico. Estas cosas muchas veces se utilizan en plan ejemplarizante por LaLiga. Lo que quería decir es que al presidente le falta solo flagelarse. Los errores se cometen, pero depositar la confianza lleva un riesgo que es que el que no hace lo que tiene que hacer… Pues tampoco puedes estar en todo.

-Mucho más sencillo lo del equipo femenino.

-De las cosas que nos van estupendamente es el femenino. Es un proyecto muy ilusionante y para Córdoba. Creo que Córdoba tiene que empezar a enamorarse del Córdoba Femenino. Hay en ese equipo entusiasmo, energía, cordobesismo y el reto que nos pusimos fue el de ascender. Estamos las terceras y hemos jugado con los equipos más fuertes en esta primera vuelta. Yo, con subir a la Primera B, que suben los cuatro primeros de cada grupo más los dos mejores quintos... A partir de ahí eso ya es otra dimensión. Acabamos de llegar ahora mismo y en LaLiga me preguntan que cuánto tiempo llevamos y cuando digo que seis meses pues se sorprenden. Me gustaría que Córdoba conozca el Córdoba Femenino. Luego tenemos que ir poco a poco, porque sabemos que todo depende del primer equipo masculino. No quiero hacerme ilusiones si no puedes acometer un proyecto como es debido. Subir a Primera B y competir seriamente estaría bien, pero mi objetivo es subir a Primera, competir con el Athletic y el resto. Hemos sido los primeros en meter tres equipos íntegramente femeninos de fútbol base compitiendo en liga masculina. El hijo de Oliver dijo que no, me fui al estadio y dije que bajo mi responsabilidad iban a competir ahí. Y con unos resultados más que interesantes, compitiendo de igual a igual. El campeonato mundial sub 17 del pasado fin de semana no es sino el principio. Las mujeres representan más de la mitad de la población y podemos aportar mucho, más en el fútbol, en el que hay mucho por delante. Esto no me reporta otra cosa que satisfacción, pero creo que sí me han dado la posibilidad de estar tenía que hacerlo.