Al menos dos personas murieron ayer y otras doce resultaron heridas, seis de ellas de gravedad, en el centro de Estrasburgo durante un tiroteo que tuvo lugar poco antes de las 20 horas cuando un hombre abrió fuego con un arma automática en la calle de los Orfebres, cerca del famoso mercado navideño de la ciudad alsaciana. Algunos medios elevaban a cuatro el número de fallecidos. La sección antiterrorista de la Fiscalía de París se ha hecho cargo de la investigación.

Al cierre de esta edición, la policía seguía tras la pista del agresor, que antes de darse a la fuga en un taxi había herido a varios militares de la Operación Centinela. Luego se atrincheró en un apartamento de la calle de Épinal, donde se produjo un intercambio de disparos con los agentes que le tenían acorralado.

Según diversos medios locales, el autor de los disparos es un hombre de 29 años fichado por delitos comunes y que figuraba en el fichero S que censa a las personas que suponen un riesgo potencial para la seguridad del Estado. La gendarmería fue a detenerlo ayer por la mañana, pero no se encontraba en su domicilio.

La alcaldía informó que las fuerzas del orden llevaban a cabo una segunda operación en la plaza Broglie, en el casco histórico, al tener sospechas fundadas de que podía haber una segunda persona que actuó como cómplice en el ataque.

Las autoridades pidieron a la población quedarse en casa. El Parlamento Europeo también cerró y pidió a los eurodiputados y al personal que se encontraba en su interior permanecer dentro del recinto.

El ministro del Interior, Christophe Castaner, que participaba en el Elíseo en una reunión con el que el presidente Emmanuel Macron, viajó a Estrasburgo, donde se instaló una célula de urgencia médico-psicológica en la plaza Gutenbert y se estableció un amplio perímetro de seguridad en torno a la zona del tiroteo.

Las autoridades locales activaron el plan blanco en todos los hospitales de Estrasburgo, un dispositivo para gestionar las situaciones de crisis. Además, la prefectura habilitó un teléfono público para informar de la situación.

El eurodiputado del Partido Popular, Carlos Iturgaiz, que se encontraba en el centro de la ciudad en el momento de los hechos, contaba en su cuenta de Twitter que la policía había desalojado todo el mercado de Navidad y llevaba a la gente a los sótanos de los restaurantes para garantizar su protección. «Estoy con más de 50 personas aquí refugiado», señalaba el parlamentario. Muchos testigos relataban escenas de pánico y confusión.

El presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, mostró su compasión por las víctimas del ataque. «Nuestro Parlamento no será intimidado por los terroristas o los ataques criminales», señaló.