El sendero finaliza en un collado situado a 1.047 metros de altitud, que da vistas al otro lado de la sierra, y donde confluyen varios senderos. Tomaremos el de la izquierda, hacia el Este, para ascender al vértice geodésico. A partir de aquí, aparece una comunidad arbustiva adaptada a estas cumbres, integrada principalmente por el piorno fino, cuyas preferencias están marcadas por los suelos calizos y pedregosos de las montañas de Andalucía. De ahí se extiende a unas pocas montañas de Albacete y Ciudad Real, constituyendo uno de los más interesantes endemismos del sureste español. En esta zona encontraremos en forma arbustiva al enebro y a la zamarrilla o poleo de monte.

El sendero sube muy empinado por el cerro del Muchacho. La parte más alta de este cerro se utilizó en su día para cultivo cerealista y aparece prácticamente despoblado de vegetación arbórea y arbustiva, de tal manera que se puede entender la otra denominación -La Pelona- por la que también se le conoce. A pesar de ello, presenta especial belleza en los meses más fríos del invierno, cuando se encuentra cubierto de nieve, y a principios de primavera, al poseer un manto verde de pastizal. Esta zona pelada es usada como cazadero por las águilas real y perdicera y llama la atención la presencia de grandes bandadas de aves esteparias. Las laderas que quedan a la derecha del sendero, conforme ascendemos, forman parte del monte público Sierra de Albayate, cuyo titular es la Junta. Su límite oriental queda perfectamente definido por una alta valla de alambre con postes de madera, que nos acompañarán ya hasta el final del recorrido, cerrándonos el paso a pocos metros de alcanzar la cumbre.