El corredor español Alejandro Valverde (Movistar) llega a la edición de este año de la Vuelta a España «bien» de condición física y «sobre todo tranquilo» en cuanto a preparación, con un ojo puesto en el Campeonato del Mundo de Insbruck de finales de septiembre.

«Si no hago nada en la Vuelta pero luego gano el Mundial, tampoco pasa nada», dijo el murciano, un poco en tono jocoso, pero también en serio, en la comparecencia ante los medios que llevaron a cabo los ciclistas más relevantes de la gran carrera española por etapas.

Valverde avanzó que llega «sobre todo tranquilo» después de una preparación en la que tampoco ha dado «grandes palizas», pero tras la cual cree que se encuentra «bien». «Creo que estoy bien», avanzó, en todo caso asegurando que «el líder (del Movistar) será Nairo (Quintana)», aunque durante la carrera el equipo telefónico «irá viendo día a día» como estas las cosas e irá «decidiendo» conforme a ello. Valverde lamentó la ausencia Mikel Landa, pero «más porque es una pena que no esté» y porque le «gustaría que estuviese Mikel». Y es que el murciano no cree que la baja de Landa le obligue a una mayor responsabilidad en una carrera que se toma «con libertad» y sin la necesidad de vaciarse desde el principio. «La responsabilidad es igual que con Mikel», apuntó. «No debo machacarme al máximo porque la última semana de la carrera será la más dura y luego hay Mundial», añadió el ciclista murciano.