Muchas ideas, casi tantas como sentimientos dejó el Córdoba CF en su empate en El Arcángel ante un Badajoz que dejó claro que luchará por lo más alto de los puestos de ascenso y que si evoluciona como apunta será un adversario más que serio incluso en las eliminatorias de ascenso. Por idea, por sistema, por trabajo y por hombres.

Pero el Córdoba CF dejó bastante apuntado, no poco por apuntar y, se intuye, mucho en la cabeza para hacerlo. Con tanta mezcla de cosas que se vieron sobre el césped en El Arcángel, mejor empezar por lo malo. De nuevo el Córdoba CF regaló un gol a los pocos segundos de encuentro, como ya hiciera en el estreno liguero. El inicio de los partidos, sobre todo en casa, es una tarea a mejorar, por mucho que el penalti lo cometiera un debutante, Djetei, que merece capítulo aparte en la línea de centrales. Porque entre lo negativo extraído habría que convenir que de seis centrales y después de cinco jornadas, tan solo dos han convencido plenamente: Fidel Escobar y Xavi Molina. Siguiendo con la primera línea, los carrileros no terminan de encontrar su punto, no completan un encuentro. El que tiene un partido convincente en las incorporaciones ofensivas, da la tarde en el concepto defensivo, lo que quiere decir que, en el mejor de los casos y ahora mismo, están en una situación de irregularidad. Otro aspecto que está por calar como un melón es el del puesto de mediocentro defensivo. Enrique Martín apuesta ciegamente por Imanol García, aunque el navarro se encuentra más cómodo, así lo parece, como interior. Y en el aspecto atacante, a este Córdoba CF, siempre remitiéndonos a las primeras cinco jornadas, le cuesta hacer gol, algo que podía esperarse, aunque es un detalle que preocupa cuando este equipo y su entorno se entregaron al más puro resultadismo. Ganar como sea.

Y, curiosamente, ayer no empató de cualquier manera. Sí, los críticos podrían decir que no se ganó en casa, que se fueron dos puntos y que, precisamente, la línea que debía ser más fuerte -la defensiva-, fue la que más tensión generó entre los seguidores.

Y no es mentira. Pero tampoco lo es que este equipo tiene que arrancar y, por lo que se vio ayer, ese punto y, sobre todo el partido, contra el Badajoz, podría ser la chispa de la bujía que terminara de arrancar el motoro blanquiverde. Todo es posible.

Porque el Córdoba CF se planteaba el encuentro como una prueba de fuego. En casa y ante un serio candidato a las eliminatorias de ascenso, el propio conjunto blanquiverde le añadió dificultad: perder por 0-1 desde el primer minuto por un penalti claro que transformó Gorka Santamaría.

Paradójicamente, ahí se vio lo mejor del equipo de Enrique Martín en lo que llevamos de temporada. Con Javi Flores y José Antonio González por detrás de los delanteros, el conjunto blanquiverde funcionó lo que no había hecho en los 360 minutos antes de competición. Acusó el golpe, pero desde el minuto 10 casi hasta el descanso, el Córdoba CF tuvo llegadas, tanto en jugada como a balón parado -saque de esquina, falta desde la frontal o lateral- por medio de Javi Flores (min. 11), Owusu (min. 14 y 15), Fernández (min. 16), de nuevo Owusu (min. 18 y 19), Javi Flores (min. 25)... La lista es interminable, casi, tan interminable como la torpeza del Córdoba CF en los últimos metros. Con Javi Flores por dentro y Owusu haciendo daño continuamente a la defensa blanquinegra, los visitantes apenas se apuntaron un disparo de Adilson desde la frontal (min. 7) y otro tiro lejano de Álex Corredera (min. 42), pero la sensación general era que la victoria momentánea del Badajoz había sido un premio demasiado grande cuando los jugadores se retiraron a vestuarios.

Tras el descanso, el Badajoz aceptó el intercambio de golpes y ahí el Córdoba CF se encontró más cómodo, entre otras cosas, porque en algunas fases jugó más al contragolpe que controlando el balón en estático. En esta última faceta quiso el Badajoz hacer daño a los de Enrique Martín, pero sin tino, ya que en los primeros 10 minutos de la segunda parte anotaron un gol en fuera de juego (Héber Pena) y se toparon con el poste de Isaac Becerra (Adilson). El partido entró en una fase de intensidad como hacía tiempo que no se veía en El Arcángel, ya que el mediocampo local mordía para arrancarle el balón al visitante y salir en vertical buscando a Kike Royo. En una de esas llegó el gol de Owusu (min. 54). La lógica fiesta dejaba una más para el futuro, ya que el partido se rompió, posiblemente más por el lado blanquiverde que por el blanquinegro. Los visitantes intentaban controlar el tiempo de partido y transmitían peligro en sus acercamientos al área de Isaac Becerra, pero los blanquiverdes aprovechaban esas transiciones rápidas -con especial mención al ghanés- para levantar a la grada. Tanto fue así que el propio Owusu tuvo el gol del triunfo del Córdoba CF a poco más de 10 minutos del final, cuando solo ante Kike Royo, tocó lo justo para superarlo. El balón se marchó ajustado al palo izquierdo del portero blanquinegro.

Después de semanas, meses de teorizar sobre fútbol, caminos, números y juego, el Córdoba CF dejó marchar dos puntos por primera vez en la temporada en El Arcángel y, sin embargo, la gente se fue con una sonrisa y aplaudiendo a su equipo. Tras sumar algún punto algo discutible, como en Villarrubia o Yecla, los de Enrique Martín sumaron otro que debería ser de peso para confiar en la evolución. Un paso de la paradoja a la realidad. Una realidad que no será nada fácil.