En la segunda parte de las valoraciones tras el descenso, opinan exjugadores y un peñista muy representativo. Pedro Campos, además, encabezó la reunión de exfutbolistas, el pasado lunes, en la que se mostró una gran preocupación por el futuro.

La sensación generalizada, tanto de los consultados como de otras personas con las que se ha contactado, es que este Córdoba parece condenado a no tener una sólida estructura de club, a sufrir la ausencia de un proyecto a medio y largo plazo y a estar obligado, siempre, a convivir con la incertidumbre. Una vez más, el mensaje claro es que el Córdoba debe cambiar, no solo para sobrevivir, sino también para lograr una mayor implantación en la ciudad y en la provincia.

PEDRO CAMPOS

«El problema es la gestión, en general»

Pedro Campos valora la temporada «como exjugador, como exentrenador y como accionista minoritario» como de «dolor y tristeza». Campos no oculta su preocupación «por el descenso y además por la situación actual por la que atraviesa mi equipo, mi club, mi entidad». El excapitán cordobesista explica que «no sé al resto del personal, pero a mí me ha causado un gran impacto y tristeza el descenso, porque sé lo que significa y lo que es la Segunda B. He estado muchos años en el club, he vivido la Segunda B, la Tercera y la Segunda A. Es una triste realidad que el equipo, que ha tenido la oportunidad de ir creciendo en Segunda A, incluso el año que se ascendió a Primera, nos despertemos de la siesta y nos encontremos en la Segunda B. Sé lo que significa esa categoría y no se la deseo a nadie. Una ciudad como Córdoba, con el impacto social que tiene, con los socios, con la afición, con todo lo que reúne, que es muy bueno, se encuentre en estos momentos en Segunda B», opina el miembro del organigrama técnico del Newcastle. Campos, además, opina que el principal problema de este Córdoba «viene arrastrado bajo el tema de la gestión en general. Y, sobre todo, porque nunca el Córdoba ha pensado en potenciar una estructura de club, en potenciar un proyecto sólido y equilibrado, pero sí en vivir cada semana según el resultado. Y eso, al final, te pasa factura. Y la factura es un club inestable y sin ninguna base para sostenerse. Hemos caído como cuando soplas a un castillo de naipes, que se rinde rápidamente y cae al suelo. Y, evidentemente, el enfermo de mucho tiempo no está para que le demos tantas puñaladas, entre comillas», opina Pedro Campos. Mirando al futuro, el excapitán no quiere hablar de personas, sino de club. «Yo confío en la entidad, confío en los cordobesistas, confío en mi gente de Córdoba, confío en los proyectos, confío en la estabilidad del club. Quiero que a partir de ahí se recapacite y se reconozcan errores por parte de todos. Yo confío en que, si somos inteligentes, nos demos cuenta de lo que hemos vivido en Primera y en Segunda y de lo que significa la Segunda B. Que nos sirva para rectificar. Todos hemos cometido errores y me meto también yo como abonado y accionista. Hay que empezar el proyecto sólido para que a medio o largo plazo el equipo vuelva, suba a Segunda y tenga la suficiente solidez y base para consolidarse en la categoría. Eso es en lo que yo confío. No voy a hablar de personas, no me interesa. Me interesa más la entidad», insiste Campos.

ANTONIO VALENTÍN

«Necesitamos saber cómo está el club»

«Ahora mismo, quizás lo que hay que hacer es estar tranquilos y hacer un estudio de todo», recomienda Antonio Valentín. «Todos estamos deseando que el equipo vuelva lo antes posible a Segunda. Pero hay que hacer un equipo nuevo, porque al bajar de categoría no se tiene el mismo presupuesto. Aunque el Córdoba esté en la categoría que esté es un equipo con solera y fuerte, hay que hacer una plantilla competitiva», indica el exdelantero blanquiverde. «En el plano económico, lo que más me preocupa y le puede preocupar a todos los cordobesistas es todo lo que se ha ido oyendo esta temporada. El club ha pasado de la Primera División, cuando perdimos una oportunidad muy grande para asentarnos entre los grandes, y la afición del Córdoba se merece estar ahí y mínimo meter la cabeza todos los años para pelear por ascender a Primera. Creo que aquella temporada desaprovechamos ese tirón y el equipo, desde entonces, ha ido a peor», opina Valentín, que incide en que «institucional y económicamente es lo que más me preocupa, vamos a ver cómo queda todo. Necesitamos saber cómo está el club de verdad y hacer un equipo competitivo, sabiendo que la Segunda B es un lugar que cuesta muchísimo trabajo abandonar».

JAVIER JIMÉNEZ

«Unos piden tranquidad y otros te preocupan»

Un peñista de los más reconocidos, Javier Jiménez, de Cordobamanía, entiende que «bajar a Segunda B es fútbol, a lo mejor no entraba dentro de las previsiones iniciales, pero a nivel deportivo puede pasar. Pero yo creo que lo que a la gente le preocupa es que esto vaya algo más allá. Porque todas las noticias que salen dan miedo», reconoce. «Da miedo la situación económica. Hay gente que nos dice que estemos tranquilos, pero otros que te preocupan. No sabes qué pensar. Ahora va a ser una guerra entre León y González y es lo que le estamos temiendo, porque en esa guerra quien va a salir perjudicado es el Córdoba», avisa el aficionado cordobesista. «Lo que tiene que hacer es pagarle a Carlos González y tener el control total del club. Hasta que no pague eso... Y luego queda que entre en escena Luis Oliver, que también pedirá lo suyo, que no es calderilla. Cuando salga toda la mierda, hablando malamente, a ver en qué situación queda el club», zanja Javier Jiménez.