No hay mal que por bien no venga. La falta de mordiente arriba padecida por el Córdoba CF, que lleva más de dos meses sin marcar más de un gol en algún encuentro, ha llevado a su entrenador, Pablo Alfaro, a contar con Diego Domínguez, el delantero centro que está causando furor en el Córdoba B de Germán Crespo. El ariete sevillano de 22 años se ejercitó ayer a las órdenes del técnico maño, traspasando la carretera que separa el campo de entrenamiento del filial del principal donde se ejercitan los mayores. Un paso al frente que va más allá de la anécdota de la sesión de trabajo desarrollada en la Ciudad Deportiva.

Ejercitarse junto a Piovaccari y Willy no es más que la consecuencia de una racha envidiable. Diego Domínguez, que llegó a la cantera blanquiverde el pasado verano, procedente del Gerena, lleva ya ocho goles en Liga, ocho dianas capitales en el resurgir del Córdoba B, que aspira ahora con todas las de la ley a la segunda fase por el ascenso a Segunda B. El ariete sevillano anotó siete de esos tantos en sus seis últimos partidos. Su positiva racha no ha pasado desapercibida ni para el cuerpo técnico dirigido por Alfaro ni para la dirección deportiva, que ya señaló públicamente a Domínguez hace dos semanas como joven valor emergente a tener en cuenta en la recta final de la temporada. La necesidad aprieta y los goles son un bien preciado. Y el conocimiento del futbolista es extenso, ya que se formó en las categorías inferiores del Real Betis.

Más allá de lo que pueda tener, o no, de pasajera la presencia de Domínguez con el primer equipo, ayer se unió a las ya habituales del mediapunta Luismi y, más recientemente, del lateral izquierdo Meléndez. Ambos demostraron un gran compromiso el pasado domingo. Tras la dura derrota en la Ciudad Deportiva del Sevilla FC, hicieron el petate para jugar tres horas después con el Córdoba B, cuajando una nueva derrota que, en todo caso, no mermó sus ganas de seguir aportando en ambos equipos para la elástica blanquiverde. En ese punto desea encontrarse Domínguez, que aspira, ante la más que probable baja en la parcela ofensiva de Carlos Valverde, a hacerse un hueco en la convocatoria de Pablo Alfaro para el duelo del próximo domingo ante el Linares.

En todo caso, más allá de la decisión que tome el técnico aragonés, Luismi, Meléndez y Diego Domínguez son los últimos exponentes de una camada que tiene como referencia a Alberto del Moral, que tras cuatro años escalando en la cantera blanquiverde es ya jugador del primer equipo. En el recuerdo, la pasada temporada, está la eclosión, breve eso sí, de Iván Navarro, al que el parón por el coronavirus cortó una interesante proyección con Raúl Agné en el banquillo. También, el papel destacado de Andrés Martín en la campaña del descenso, la 2018-19, en la que su aportación fue interesante no solo en el aspecto netamente goleador, sino, también, en el rédito económico que el club de El Arcángel obtuvo por su traspaso al Rayo Vallecano.

Pero Diego Domínguez solo aspira, de momento, a seguir dando pasitos, aprovechar su buen estado de forma y contribuir, si Alfaro así lo entiende, en el tramo final de la primera fase. La cantera no llama a la puerta. La derriba. En un momento de necesidad y con la sangre fresca, las ganas y la ilusión de sus nuevos exponentes.