El Córdoba CF logró en San Fernando y Torremolinos Torremolinosalgo que, por olvidado en el club, no es menos importante, aunque se traten de dos partidos de pretemporada:no encajar gol en dos partidos consecutivos.

Llevaba 13 meses sin encadenar dos partidos seguidos con portería a cero. Fue en competición liguera, ante Villarrubia (0-0 a domicilio) y Real Murcia (1-0 en El Arcángel), aún en el mes de agosto del 2019, la última vez que la escuadra blanquiverde lograba sumar 180 minutos sin que su portero recogiera ningún balón del fondo de las mallas. El entrenador era Enrique Martín. Mucho ha llovido desde entonces en El Arcángel.

Un lastre defensivo constante

El equipo cordobesista ha adolecido en las últimas temporadas de muchos problemas defensivos que han lastrado su capacidad de competir por los objetivos, ya fueran la permanencia en Segunda o el ascenso, en el caso de la pasada temporada.

Quintanilla disputa un balón con un jugador del Dépor en la temporada 2018/19. / SÁNCHEZ MORENO

Ni cambiando la defensa entera, ni poniendo a un nuevo portero. Ni con sistemas amarrateguis (véase Merino) ni con alegrías ofensivas que no dejaban mirar atrás (Sandoval). Ni sacando el balón desde atrás (Curro Torres) ni recurriendo al voleón para alejar el peligro.

La realidad es que este Córdoba CF no conseguía dejar su marco a cero y, por tanto, siempre tenía que recurrir al intercambio de golpes para tratar de pescar en río revuelto. Este factor fue clave en el quintopuesto de la pasada campaña, un fracaso que, justo antes del parón por el coronavirus, le costó el puesto a Raúl Agné al igual que antes había frenado la continuidad de Enrique Martín.

La 2018/19, un fracaso defensivo

El fracaso que supone el descenso a Segunda B vino de la mano de un enorme desasosiego defensivo. El Córdoba CF de la 2018/19, la última temporada en Segunda, encajó la friolera de 79 goles en 42 partidos. Tres entrenadores que probaron a cuatro porteros diferentes durante 10 meses en los que nadie dio con la tecla para parar la hemorragia defensiva. En ese campeonato solo fue capaz de dejar la portería a cero en dos jornadas consecutivas al inicio, con Sandoval en el banco. Después de encajar cuatro ante el Oviedo y tres frente al Albacete el técnico buscó una vuelta de tuerca que le llevó a empatar a cero con el Alcorcón y ganarle 2-0 al Nàstic de Tarragona. El resto de la temporada no volvió a conseguir 180 minutos consecutivos de imbatibilidad.

Una victoria por 2-0 al Nàstic, hace casi dos años, cerró la última racha positiva sin encajar en Segunda. / SÁNCHEZ MORENO

La anterior ocasión en la que el Córdoba CF firmó una racha similar a nivel defensivo fue en la 2017/18, la de la salvación milagrosa. También con Sandoval dando instrucciones desde la banda, y solo en una ocasión (1-0 al Lugo y 0-2 al Nàstic), los blanquiverdes contaron esos dos partidos sin encajar. De nuevo aquel año, y pese a la permanencia tan inesperada como celebrada, el equipo de El Arcángel encajó una sonrojante cifra de goles al final del campeonato: 65 goles. En buena parte por esa mezcla tan habitual como peligrosa de falta de continuidad en el banquillo, desconfianza en el portero principal, rotación excesiva en defensa y catarata de fichajes en invierno que dificultan aún más el trabajo táctico.

En general, solo con Oltra, hace ya cuatro temporadas, el Córdoba CF ha logrado una cierta estabilidad atrás que le ha permitido encadenar encuentros sin encajar gol, capital para estar en la zona alta de la tabla o, al menos, para no sufrir. A partir de entonces, y hasta el domingo en Torremolinos, la fragilidad atrás fue de la mano de las derrotas, los descensos y las decepciones. Bueno será que con Juan Sabas los blanquiverdes encuentren de nuevo el camino de la puerta a cero, que daría casi seguro el pasaporte para el play off.