Vetusta Morla están de vuelta con «un disco de estudio en toda regla», aunque para su elaboración hayan aprovechado el trabajo de composición de su anterior álbum, Mismo sitio, distinto lugar (2017), demostrando así que «crear muchas veces tiene que ver con el desecho».

«Cuando haces una canción no dejas de tomar decisiones que te llevan a sitios y que implican renunciar a otras opciones. Pero, ¿qué pasaría si volviéramos al origen y si en vez de tomar aquel camino, una canción tomara otro?», explica uno de sus miembros, Guillermo Galván, sobre el principio que conduce este proyecto.

Titulado MSDL - Canciones dentro de canciones (Pequeño Salto Mortal), la idea de abordarlo nace tras el histórico concierto ante casi 40.000 personas en La Caja Mágica de Madrid en el 2018, pero sobre todo tras uno más intrascendental aparentemente como fue el celebrado por sorpresa ante unas 400 personas dentro de Los Veranos de La Villa.

«Todos en círculo, como si de un ensayo de la banda se tratara», ofrecieron allí un ejercicio «pedagógico» sobre la música, sobre cómo nace y, en ese sentido, también de una desnudez y honestidad que está presente en el nuevo álbum.

El resultado es un trabajo producido junto a Campi Campón, como su predecesor, con Carlos Raya en las mezclas y que ellos definen como «un juego cómplice de desligarse de las canciones y de tomar las decisiones que no se tomaron entonces». Este MSDL - Canciones dentro de canciones debía llegar acompañado de una gira por espacios más íntimos que, a causa de la pandemia de covid-19, se vio aplazada a septiembre tras un único concierto en A Coruña. Galván no se arriesga a predecir, por el momento, si esas citas pendientes del año 2020 podrán llegar a celebrarse en este ejercicio.