Las icónicas reinterpretaciones de John Malkovich realizadas por el fotógrafo Sandro Miller llegarán a Córdoba de la mano de la nueva edición de la Bienal de Fotografía, que se celebrará entre marzo y mayo y está dedicada al collage o la imagen sobre la imagen ya producida, de lo que es un ejemplo la exposición Malcovich, Malcovich, Malkovich: homenaje a los maestros de la fotografía, ya que en ella el fotógrafo norteamericano juega con imágenes ya captadas por la cámara, que manipula y reinterpreta, creando obras distintas con la base de algo ya realizado. En esta muestra, una de las cuatro que componen la sección oficial y que se instalará en el Teatro Cómico Principal, se puede ver a este inclasificable actor encarnando a Einstein, Marilyn Monroe o Truman Capote gracias a una idea de Miller con la que pretendía rendir homenaje a la historia de la fotografía.

La exposición, en la que no solo destaca la capacidad interpretativa de Malkovich, sino también el talento creativo del fotógrafo, está compuesta por 41 instantáneas en las que Miller reinterpreta algunas de las fotografías más memorables del siglo XX con el único hilo conductor de que todas ellas están protagonizadas por este actor, que se mete en la piel de personajes que fueron retratados en su momento por fotógrafos de prestigio como Richard Avedon, Irving Penn, Bert Stern, Dorothea Lange, Robert Mapplethorpe, Annie Leibovitz y Diane Arbus, entre otros muchos.

La idea de Miller, que conocía al actor desde la década de los 90 y con el que ya había colaborado en otros trabajos, era rendir un tributo a los maestros de este arte que influyeron en su carrera, que se ha desarrollado fundamentalmente en el ámbito publicitario, llegando a ser uno de los artistas más importantes y consolidándose como fotógrafo con clientes como Forbes, Esquire, American Express o Coca-Cola. No fue complicado para Miller convencer a Malkovich para que participara en este proyecto. Su éxito comercial le ha permitido elaborar proyectos como sus trabajos en Cuba, la música blues u otros proyectos en los que John Malkovich también ha colaborado.

Otra de las cuatro muestras que formarán parte de la sección oficial es una producción de la Fundación Telefónica titulada Constelaciones de lo intangible, del autor guatemalteco Luis González Palma, considerado uno de los fotógrafos latinoamericanos más importantes de la escena internacional.

Esta exposición, que se mostrará en la sala Vimcorsa, propone una revisión retrospectiva a partir de las constelaciones temáticas que recurrentemente han poblado el universo del autor. Las reflexiones en torno a la identidad y la memoria, la intimidad o la representación de lo no visible discurren paralelas a una experimentación que adentra al espectador en una vivencia más escultórica que fotográfica.

La sección oficial de esta cita contará en esta ocasión con la obra de un artista cordobés, de la que aún se desconoce su ubicación. Se trata de Javier Arce y propone una exposición que se inspira en el trabajo de Antonio Cavilla, un fotógrafo italiano que se instaló en la ciudad marroquí de Tánger a finales del siglo XIX, del que utiliza instantáneas que reflejan las costumbres, las vestimentas y la vida rural en la región hace más de cien años.

Por último, la sección estrella de la Bienal se completa con la exposición Y hasta un mono de piedra, de Jordi Bernadó, que muestra una serie de espacios interiores y circundantes a las grandes vías arteriales de Barcelona, y probablemente se instale en el Centro Botí. Por otro lado, los problemas administrativos han impedido que pueda incluirse en esta edición de la Bienal de la Fotografía la exposicicón de Samuel Fosso.