Ciudad Jardín, el barrio de Santa Rosa y El Realejo fueron algunas de las zonas más utilizadas por los romanos para llevar a cabo sus enterramientos, según señaló ayer Ana B. Ruiz Osuna, componente del Grupo de Investigación Sísifo del área de Arqueología de la UCO que dirige el profesor Desiderio Vaquerizo. El funcionamiento del mundo funerario en la Córdoba romana, desde sus rituales hasta la organización de las tumbas, fue el eje de la conferencia que impartió ayer esta experta dentro de las jornadas Los barrios de Córdoba, organizadas por la Real Academia. Bajo el título La vida más allá de la muerte: topografía, ritual y tipologías funerarias entre la Corduba tardorepublicana y la Colonia Patricia del Pleno Imperio, Ruiz señaló que «los romanos tenían prohibido enterrar en el interior de la ciudad, motivo por el que los enterramientos «los vamos a localizar siempre fuera de la ciudad amurallada y siguiendo las principales vías de comunicación». Así, desde Ciudad Jardín salía la vía que comunicaba con Sevilla; la zona norte, con Sierra Morena, y en oriente, la vía Augusta llevaba hasta Roma.