El Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A) acogió ayer la presentación de la obra 12 ejercicios de medición sobre la ciudad de Córdoba, del artista plástico y conceptual Isidoro Valcárcel, cuya trayectoria ha sido reconocida con el Premio Nacional de Artes Plásticas 2007 y el Premio Velázquez de Artes Plásticas 2015. En dicha obra, realizada entre el 27 y el 30 de noviembre de 1974 en Córdoba, el autor llevó a cabo una serie de acciones o ejercicios que él mismo denominó «arte sociológico». De esta obra realizada in situ, el C3A presenta, desde ayer hasta el 7 de enero de 2018, los resultados, documentos, mediciones, cartografías y mapas de aquel estudio.

Valcárcel realizó un estudio sistemático de la trama urbana a partir de los planos de una guía turística y visitó los lugares contrastando las diferencias existentes entre lo representado en el mapa y lo que en realidad había. También pidió la colaboración de algunos ciudadanos para hacerles partícipes de este estudio. Los 12 ejercicios realizados por el artista se basaron en el estudio de una zona que comprendía aproximadamente 2,656 kilómetros cuadrados y alrededor de 300 calles y plazas. Sobre este estudio, Valcárcel destacó que «recorrí los lugares simplemente con el conocimiento que tenía de haberme aprendido los planos, aprendiendo por mí mismo en qué lugar estaba y lo que entrañaba, pero a día de hoy en cualquier mapa te dan tanta información de cada lugar que no da pie al autoaprendizaje cuando exploramos los sitios».

En este trabajo, el artista quiso «medir» de diferentes formas la propia ciudad de Córdoba con datos métricos, pero también a través de las personas, de lo que los propios cordobeses le contaban de su ciudad y también midiendo los cuadros del Museo Julio Romero de Torres. De hecho, Valcárcel regaló a cada ciudadano que colaboró en el estudio una tarjeta que decía: «Recuerdo de mi colaboración prestada en la obra Medición de la ciudad de Córdoba de Valcárcel Medina, desarrollada en los días 27, 28, 29 y 30 de noviembre de 1974». Según Valcárcel, estos ejercicios son una «desmitificación de la práctica del arte, pero al mismo tiempo hecha absolutamente a conciencia».