La exposición que cuelga en la Sala Vimcorsa, donde muestra su obra el artista guatemalteco Luis González Palma, fue la elegida ayer para inaugurar la 16ª edición de la Bienal de Fotografía de Córdoba, que este año gira sobre las Imágenes impuras y la condición de originalidad de la fotografía. La alcaldesa, Isabel Ambrosio, fue la encargada de dar el pistoletazo de salida a esta nueva cita, «que cada dos años convierte a nuestra ciudad en un referente del arte que nos permite capturar imágenes con las que poder recordar», dijo.

Ambrosio, que destacó la «calidad y variedad de la propuesta» también recordó que las 17 exposiciones que salpicarán la ciudad hasta el 19 de mayo «proponen una reflexión sobre la originalidad de la fotografía y la idea de que, cada vez más, las imágenes se construyen a partir de otras imágenes, a lo que contribuye de forma determinante en este momento la eclosión de nuevos dispositivos destinados a este fin», lo que se pudo comprobar ayer durante el recorrido inaugural.

Así, la Sala Vimcorsa, en el marco de la sección oficial, coordinada por Óscar Fernández, acoge la exposición Constelaciones de lo intangible, de Luis González Palma, un proyecto de la Fundación Telefónica comisariado por Alejandro Castellote. Según señaló el comisario, el artista guatemalteco propone un viaje circular por las constelaciones temáticas que orbitan alrededor de su obra en un ciclo de permanente ida y retorno, mostrando un recorrido paralelo por la historia de la fotografía, con menciones al Barroco, la pintura prerrafaelista y las dos corrientes antagónicas que han marcado el arte latinoamericano durante el siglo XX: la figuración y la abstracción.

Vimcorsa fue la penúltima parada de un recorrido que arrancó en Casa Árabe con la inauguración de la colectiva En un instante Marruecos, que pudo verse en PhotoEsapña y donde se puede disfrutar de una fotografía notablemente informativa, casi con vocación sociológica. Dentro de la sección oficial, también se visitó Malkovich, Malkovich, Malkovich: homenaje a los maestros de la fotografía, de Sandro Miller, en el Teatro Cómico Principal. Frente a este espacio, la Fundación Gala acoge la exposición invitada Selección fotográfica de la Primera Liga de la Federación Andaluza de Fotografía. La siguiente parada tuvo lugar en el Colegio de Arquitectos, con la inauguración de la exposición Almas en tránsito, de Carlos Grande, de la sección paralela, sobre la ciudad etíope de Lalibela.

También se visitó el IES Luis de Góngora, con la exposición Islandia: la inmensidad del paisaje, de Luis Vioque, de la sección paralela. Al mismo apartado pertenece, en la Facultad de Filosofía y Letras, Iron Kids. La militarización de la educación en Ucrania, de Diego Ibarra, sobre el conflicto armado en Ucrania entre las fuerzas de Kiev y los separatistas de Donbass. Y también se disfrutó de Icno, de Benito Alcón, en el Centro de Arte Pepe Espaliú, con imágenes que forman parte de un amplio archivo personal de capturas digitales de fósiles de los museos de Ciencias Naturales y Geominero de Madrid. Este espacio acoge también la propuesta de la sección oficial Sobre cómo una Uva puede Flotar en el Océano, de Javier Arce. Y la Galería Ignacio Barceló (Afoco) con Circo, de la cordobesa Victoria Adame, sobre la rutina de unos personajes que al apagarse las luces se convierten en personas de carne y hueso, fue la última parada. El programa de la sección oficial se completa con Simulacrum Bourrée, de Jordi Bernardó (Centro Botí), que será inaugurada el 11 de abril.