Casi treinta años después, el pintor cordobés Antonio Bujalance vuelve a reflexionar sobre la degradación de la naturaleza y el constante deterioro del medio natural en el que vivimos. Cuando apenas se hablaba de este tema, ahora de gran actualidad, Bujalance ya trató esta cuestión entre los años 1991 y 1993.

Ahora, movido y sensibilizado por los diferentes desastres naturales que constantemente se producen a escala mundial (incendios, contaminación de las aguas, tierras desérticas, deforestación, etcétera) vuelve a profundizar en la salud del planeta con la exposición Signos, una reflexión sobre la degradación de la naturaleza, que se ha inaugurado hoy martes y podrá disfrutarse hasta el 29 de noviembre en la sala de exposiciones de la Escuela Mateo Inurria.

Trece pinturas de medio y gran formato -todas de reciente creación menos una, El último espacio verde, que ha supuesto la clave de esta muestra- a las que, como novedad, incorpora la fotografía "para acentuar más esa cruda realidad", componen esta exposición, a la que también se une un vídeo que muestra imágenes de "vivísima actualidad" en torno a este tema.

"Es algo que me llega muy dentro, lo siento muchísimo", ha señalado el artista, que no pretende denunciar nada y prefiere usar la palabra "reflexión". "El arte tiene que reflejar la sociedad que vivimos, y que cada uno piense lo que quiera después de ver las obras», ha asegurado el pintor, que ha insistido en que el arte "debe ser el reflejo del tiempo en el que se produce" y hoy "vivimos otra sociedad, otros problemas, aunque este es muy candente, y quiero poner mi granito de arena".

Han pasado casi cuatro años de su última exposición en Córdoba, y ahora Bujalance se siente "muy feliz" e "ilusionado" ante esta exposición, que acoge una sala muy conocida por él. "La sala Mateo Inurria me gusta mucho porque aquí yo di mis clases durante muchos años" y, además, "la podrán ver los alumnos de la escuela", lo que es "muy importante para que los jóvenes sean conscientes de este problema".

EL DECANO DE CÓRDOBA

En cuanto a la técnica, el artista continúa acudiendo a la figuración, aunque, en este caso, no muestra cuerpos humanos, pero sí árboles devastados por el fuego, animales muertos, fábricas echando humo, plásticos y mares llenos de basura. Por su parte, Miguel Carlos Clementson, director de la Escuela Mateo Inurria, ha destacado que "Bujalance es uno de los pintores más reconocidos de Córdoba y hoy día es el decano de este arte en la provincia". Según Clementson, "como autor inquieto y que no se sitúa al margen del contexto histórico que le ha tocado vivir, ha querido dejar testimonio de su opinión al respecto a través de la pintura". Así, comprometido con su época, el artista ha organizado ahora esta exposición crítica contra la degradación de la naturaleza que viene padeciendo el planeta.