‘Sibilario’. Autora: Ana Sofía Pérez-Bustamente Mourier. Editorial: Rialp. Madrid, 2018.

Es de agradecer el esfuerzo de los miembros de los jurados de los premios literarios hasta ver qué obra de las presentadas a los concursos o premios de narrativa, ensayo o poesía, es merecedora del galardón o galardones. Premiar a un poemario entre los 632 presentados, como ha sucedido en el último Premio Internacional Alegría de poesía del Ayuntamiento de Santander, tiene un especial mérito. El libro, en este caso, se titula Sibilario, su autora es Ana Sofía Pérez-Bustamente Mourier (París, 1962) y ha sido publicado, como los demás títulos de este premio, por Ediciones Rialp, lo que supone un claro homenaje a la poesía y a los poetas como el resto de los títulos incluidos en su colección Adonáis. «El título -leemos en la contrasolapa-, que procede de la palabra sibila, está inspirado en las cinco que pintó Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, a las que Pérez-Bustamante añade una sexto: la niña-tigre». Estamos ante un poemario completo, excelso en ocasiones, escrito con detenimiento para ofrecer un adecuado ritmo, unas bellas imágenes y un interesante concepto de la escritura lírica: «El mundo de los mitos se sostiene justamente aquí:/en las cabezas de los niños», leemos en «Arquitectura y mito».

El libro consta de tres partes. La primera, «Comienzos», sigue con «Serpiente del Edén» («Yo soy la criatura afortunada»), «Eva y las manzanas»: «...mis muslos no necesitaban/saber hablar», «Sibila madre», «Corte y confección» y «Oración del sol y la luna», poema grandioso. «Yo te quise enseñar cosas que fueran útiles».

La segunda parte, «Las dimensiones del teatro», donde destacamos «Última nana» con un delicado estribillo y unas imágenes repletas de intención. «Aquí estoy, en lo oscuro, velando vuestro sueño./Duerme blanca mi madre como un ángel de nieve,/ajena a su dolor, desmemoria y orines».

La tercera parte, o «Sibila sexta», penetra en la historia, en el fuego, en la literatura clásica con poemas tan hermosos como «Piel de San Bartolomé», «Ezequiel se jubila», resumen de un compañerismo afectuoso o ese «Taxi driver» que resumiría toda la poética de Ana Sofía: «A estas alturas, hijo,/sólo puedo decir lo que el refrán:/que es peligroso que se cumpla un sueño».

La autora también ha dedicado su tiempo a los estudios de literatura contemporánea, habiendo escrito sobre autores principalmente gaditanos como el genial Rafael Alberti, José María Pemán, Carlos Edmundo de Ory, la elegante Pilar Paz Pasamar o José Luis Tejada y ha investigado en temas como el don Juan Tenorio, la novela mitopoiética, el microrrelato...

Columnista del Diario de Cádiz y autora de diversos poemarios como Mercuriales, Libro de los pájaros y otros, en algunos de los cuales ha incluido obras del pintor Ricardo Galán Urréjola, en los versos de la doctora Pérez-Bustamante aparecen héroes y seres anónimos, psicologías bíblicas y personas que podemos hallar en el autobús; viajes por la existencia y deseos no contenidos de llegar al fin del horizonte, observaciones en torno al ser humano supeditado a los horrores del trabajo, de la pereza, de la burlas sociales o esa necesaria capacidad de toda persona humana de seguir viviendo en el ámbito de la esperanza, pese a las dificultades de lo cotidiano.

Estamos ante una observadora de su realidad circundante, una amante de la música de lo cercano, capaz de emocionarse y de sufrir por lo que puede llegar a ser parte de sí misma.

Todo ello la configura como una inspirada autora que, seguramente, tendrá in mente nuevas creaciones, nuevas reflexiones e indagaciones en torno a todo ese mundo cruel que queramos o no rodea a la poesía y a los poetas.