"Desde este momento nos ponemos a trabajar por Priego y sus aldeas, tendiendo la mano a todos los grupos políticos, con o sin representación en la Corporación municipal, para sumar, aportar y construir un pueblo mejor". Así finalizaba ayer José Manuel Mármol su primera intervención como alcalde de Priego tras ser investido como tal en el transcurso de la sesión extraordinaria del Pleno en la que se debatió y votó la moción de censura que PSOE, PA y Participa Priego (Podemos) presentaron el pasado 21 de abril contra la hasta ayer alcaldesa, María Luisa Ceballos (PP). Se convertía así en el segundo municipio cordobés en el que prospera una moción de censura en lo que va de año (tras Obejo) y el cuarto de Andalucía.

La pérdida de población en los últimos seis años, el incremento del desempleo, la situación de la la piscina y las empresas con participación municipal Aguas de Priego y Geiss, así como la paralización que padece la localidad eran los argumentos que, a juicio de los portavoces de los grupos firmantes de la moción, la justifican, incidiendo en sus intervenciones en que la misma es «legal y constitucional».

Mármol indicó que la mayoría de los concejales que hasta ayer ocupaban la oposición «hemos apostado por una alternativa para poder llevar a cabo proyectos y actuaciones que consideramos van a mejorar la situación que viven nuestro pueblo y las aldeas». Una decisión que el ya nuevo alcalde calificaba como «difícil y meditada, ya que todos sabíamos lo que conllevaba, pero que demuestra el compromiso de once mujeres y hombres con su pueblo y sus aldeas para intentar mejorarlo».

Tras ser proclamado alcalde, Mármol dejó claro que uno de los objetivos del nuevo equipo de gobierno será «sentar las bases para cambiar el modelo de ciudad y que Priego pueda despertar del letargo en el que lleva más de una década», adelantando lo que será el plan de trabajo hasta mayo del 2019, dividido en cuatro grandes áreas, como son la organización municipal, la cooperación institucional y la participación ciudadana; el desarrollo social y económico, el turismo y la cultura, barrios y aldeas y, finalmente, juventud, educación y bienestar social.

En el debate, los portavoces del PA y Participa, Ana Rosa Rogel y David López, respectivamente, argumentaron su apoyo. Para ello, dijeron, «hemos sido capaces de dejar a un lado las diferencias que nos separaban y trabajar juntos, algo que es digno de valorar», indicaba Rogel, que mostraba su «tranquilidad» ante el paso dado, «aunque para una parte de la sociedad pueda ser algo no comprensible». Decisión que a juicio de López, que no cuenta con el respaldo de Podemos Andalucía, «se ha adoptado porque creemos que la situación va a mejorar, abriéndose dos años en los que tenemos que trabajar y superar los grandes retos de nuestro pueblo».

Por su parte, Juan Ramón Valdivia (PP) se mostró muy crítico con la actitud «canallesca» de los firmantes de la moción, de los que afirmó «no cuentan ni con el apoyo de sus partidos», mientras que Mª Luisa Ceballos recordaba a su sustituto que cuando ella accedió al gobierno local en el 2011 «nos encontramos con dos pólizas de crédito al descubierto, sin poder afrontar el pago a funcionarios, 21 millones de deuda, 2 millones de facturas sin afrontar y un acta de arqueo que no llegaba a 490.000 euros, cuando la actual es 5.850.173 euros». Ceballos, que reconoció que el de ayer era uno de los días más «injustos» de su trayectoria política, sentenció que el nuevo alcalde «tendrá los votos de una mayoría, pero no el cariño del pueblo, de un pueblo que no conoce».