En 1944 un grupo de agricultores de Palma del Río, coinciendo con la llegada de las comunidades de regantes, iniciaron un proyecto económico y social que 75 años después se traduce en 27 empleos fijos, 60.000 peonadas eventuales y una facturación de 25 millones de euros.

Vicente Caro, presidente del Consejo Rector de la Cooperativa Agrícola de Regantes (Coare) y su gerente, David Chao, reconocen que este aniversario merece «pensar en el futuro desde la experiencia del pasado, el legado de tres generaciones, y rendir homenaje a socios y trabajadores». Dicen que la clave es la función social y el compromiso con la sostenibilidad que mantienen.

Todo comenzó con semillas de patata, son testigos de cultivos de otra época como remolacha, maiz y algodón, y son conscientes de la responsabilidad de reunir a 465 socios, 2.500 hectáreas entre cítricos, olivar y almendro, y casi 5.000 de secano. Esta «casa de los agricultores», reúne el 40% de la superficie cultivada en Palma. Junto a Sunarán y Oleopalma forman el grupo Cosuol, con 56 empleos fijos y 128.000 peonadas.

Los retos pasan por seguir trabajando por la máxima rentabilidad de los agricultores y subrayan que «no repartimos dividendos porque se reinvierte». Y reflexionan sobre el campo, que vive pendiente de las políticas agrarias, la globalización de mercados y el clima. Y este año, con la amenaza de la sequía.