Montilla congelará el próximo año el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Así lo anunció ayer el alcalde de la localidad, Rafael Llamas, quien explicó el «rechazo» del equipo de gobierno socialista a la propuesta planteada por el Ministerio de Hacienda de revisar el coeficiente catastral hasta un 1,03 por ciento al alza, lo que supondría un incremento del 3 por ciento en el recibo de la contribución para los vecinos del municipio.

«El Ministerio ofrece la posibilidad de revisar estos coeficientes cada año, que repercuten de forma directa en el recibo que paga el ciudadano, pero tenemos razones suficientes para seguir en la línea de años anteriores y mantener congelado este impuesto», subrayó el primer edil.

Llamas explicó que la posibilidad de revisar el coeficiente catastral supondría, además de una «merma en el bolsillo» de los montillanos, un aumento de los ingresos del Ayuntamiento que «no se podría revertir en la ciudad» por la actual Ley de Estabilidad Presupuestaria que marca el «techo de gasto». Por ello, el alcalde reclamó una «revisión» de esta ley para que «ayuntamientos con sus cuentas saneadas, como el de Montilla, no vean limitada su capacidad para afrontar inversiones importantes».

«Este Ayuntamiento está haciendo una gestión responsable de los impuestos que pagan todos los ciudadanos y lo que queremos es que la ley no encorsete la posibilidad de revertir ese esfuerzo de los ciudadanos en inversiones en la ciudad», añadió el primer edil socialista.

Por su parte, la teniente de alcalde de Presidencia, Hacienda y Organización Interior, Ana Rodríguez destacó que «gracias a la gestión realizada en el último mandato municipal» -y que permitió reducir la deuda municipal de 14,5 a 5 millones de euros-, «la situación económica del Ayuntamiento de Montilla no hace necesaria la revisión planteada por el Ministerio de Hacienda».

«Siguiendo la política económica del anterior mandato, no vamos a solicitar esta actualización porque no es momento», dijo.