Decenas de personas se han concentrado de forma silenciosa en la mañana de este martes frente a la iglesia del convento de las Descalzas de Aguilar de la Frontera para protestar por la retirada de la cruz de los caídos instalada junto al templo, declarado Bien de Interés Cultural en 1983 y perteneciente al Conjunto Histórico Artístico del Monasterio de San José y de San Roque. La protesta ha obligado a acudir a la Policía Local, para que no se produjeran incidentes.

La alcaldesa, Carmen Flores, ya anunció ayer que la retirada sería "inminente"Carmen Flores, pero no precisó la fecha. En su comparecencia, apeló a la población para que entienda su "deber como institución" con la población que ha visto a sus familiares "quitándoles la dignidad como personas y quitándoles los derechos", que "es lo que se hizo con la colocación original de la cruz", dijo Flores.

Lugar que ocupaba la cruz, con velas delante. FOTO: G. ALBORNOZ

La regidora recordó que, dentro del programa de embellecimiento del pueblo, pidieron a Cultura un informe para la retirada de la cruz, puesto que se encuentra al lado de un Bien de Interés Cultural como es la iglesia de las Descalzas. Desde la Delegación se les informó de que la cruz no está vinculada directamente con la Ley de Memoria Histórica, porque ya se retiró la placa en su momento, pero sí se les indicó la conveniencia de retirarla porque "está entorpeciendo la visibilidad de un monumento histórico catalogado". Cultura ha pedido también que "no se sustituya por ninguna otra cosa», puesto que el BIC tiene que estar «aislado de cualquier elemento" que le reste visibilidad.

Plataforma por la Comisión de la Verdad

Sobre esta retirada, la Plataforma por la Comisión de la Verdad en Córdoba ha mostrado en un comunicado su apoyo a la decisión del Ayuntamiento de Aguilar, que, afirma, "debe ser entendida como un acto democrático para eliminar los símbolos públicos de la dictadura franquista que aún perduran en Andalucía y en ningún caso como un ataque o una ofensa a los sentimientos religiosos". Para esta plataforma, "la eliminación de este memorial franquista contribuye sin duda al fortalecimiento de la convivencia en Aguilar y, por tanto, debe ser apoyado por el conjunto de las ciudadanas y ciudadanos demócratas, más allá de su adscripción ideológica o partidista".

Por otra parte, el Instituto de Política Social ha advertido, a través de un mensaje en Twitter, con querellarse contra el Ayuntamiento aguilarense por el derribo de la cruz. En el mensaje, muestra su "absoluta condena a este derribo" y anuncia que tomarán "acciones legales contra este atentado contra los católicos". Pedro Hertfelder García-Conde, presidente de la entidad, en declaraciones a CÓRDOBA, ha calificado la retirada de la cruz como "una caza de brujas", un "delito de odio muy grave" que define como "cristanofobia" y no descarta "apelar al Tribunal de Derechos Humanos".

Querella contra la alcaldesa

La Asociación Española de Abogados Cristianos ha presentado una querella ante el Juzgado de Instrucción de Córdoba en funciones de guardia contra la alcaldesa por este derribo, sobre el que la entidad había pedido al juzgado medidas cautelares para paralizarlo, informa Europa Press. La organización de juristas acusa a la primera edil de la supuesta comisión de delitos de prevaricación con el agravante de discriminación y daños contra el patrimonio y pedirá también su inhabilitación para ejercer cargo público, según informa la entidad en una nota, en la que detalla que ya ha iniciado además acciones por la vía contenciosa por "las numerosas irregularidades cometidas". Al respecto, denuncia que "la decisión de destruir el monumento no se ha aprobado en Pleno, ni cuenta con el proyecto competente para actuar en un entorno BIC, por lo que es completamente ilegal".

El origen de la cruz

El origen de la cruz se encuentra en el 1 de abril de 1938. En las Actas de la Moción de la Comisión Municipal Gestora del Ayuntamiento puede leerse que «uno de los modos que es indudable que de manera más elocuente pueden perpetuar la gloriosa memoria de los caídos por España es la erección de una cruz». Así comenzaba el apartado de Construcción de una Cruz en Memoria de los Caídos por España, aprobado en Pleno el día 4 del mismo mes y año.

Este martes, una grúa la retiraba de su emplazamiento. Pero durante la noche anterior vecinos colocaron algunas velas encendidas al pie de la cruz y algún mensaje manuscrito en un papel y cercano a la acera, cerca del disco que avisaba de la prohibición de estacionar en la zona por actuación de grúa.

A las ocho de la mañana, la cruz ya estaba vallada y con un vehículo del Ayuntamiento al lado. Un grupo de personas acudió al lugar y se colocó delante, dentro del vallado, impidiendo durante unos instantes su acercamiento y pidiendo a los operarios de obras que acudiese la Policía Local. Llegado el momento de la retirada, decenas de personas lanzaron gritos de "Viva Cristo Rey" o "Viva España Católica" mientras la cruz ascendía hasta la base de carga del camión.

La noche anterior, un disco avisaba de la llegada de la grúa, ante la cruz llena de velas.

Históricamente, la cruz ha evolucionado, según datos recogidos en la guía Dies irae. Escenarios de una guerra interminable, realizada por los historiadores locales Diego Igeño, su coordinador, Francisco Zurera y Pepe Galisteo. En 1936 se encuentra la primera iniciativa para crear "un mausoleo, presidido por una gran cruz", en el cementerio. La guía recoge que esta iniciativa no prosperó y que allí se "concentrarían las tumbas de los fallecidos durante la Cruzada". Sí prosperó la iniciativa de abril de 1938 y el coste de su instalación sería de 1.268,41 pesetas. En 1940, nuevamente, fue el sitio elegido "para celebrar los fastos con toda la parafernalia y boato propios de la época".

La cruz fue acompañada por una lápida que incluía todos los nombres de los caídos en el campo de batalla y los asesinados lejos del frente. Asimismo, señalan que «entre enero y febrero de 1980 fue sustituida por otra, con un texto que recordaba a todos los fallecidos en el conflicto civil», iniciativa de José María Navarro León, en el pleno del 11 de febrero de 1980. «No duró mucho esta nueva placa», añaden, «pues pocos años después fue retirada». Así ha permanecido hasta ayer, cuando fue retirada mientras la población de Aguilar, dividida en este tema, vivía esta jornada como histórica.