El debate sobre una moción de apoyo a las movilizaciones feministas y del movimiento LGTBI «en defensa de las políticas de igualdad y contra la violencia de género», que fue aprobada con los votos en contra del PP y de Ciudadanos, evidenció ayer en el pleno de la Diputación el clima de crispación que se vive estas últimas semanas a cuentas del acuerdo del PP con Vox y que, según los partidos de izquierdas, va a suponer un retroceso en los derechos alcanzados por estos colectivos. Desde la bancada popular, Cristina Jiménez, dijo que «basta ya de politizar el feminismo y una lacra social como es la violencia de género» y apuntó que «se está atacando a un gobierno que aún no ha echado a andar». El diputado del PSOE Martín Torralbo defendió el «derecho legítimo» de las asociaciones a manifestarse a las puertas del Parlamento, como ocurrió el pasado lunes, y negó que se tratase de un escrache, como lo calificaron los populares José María Estepa y Andrés Lorite. Éste lamentó que «en vez de trabajar por la provincia, diputados del PSOE se vayan a Sevilla a participar en las protestas», provocando «una parálisis inmoral».