El escultor cordobés Marco Augusto Dueñas, autor de La lectora de Diario CÓRDOBA y de numerosos trabajos en el mundo, le ha sorprendido la pandemia del coronavirus en Italia.

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Aunque no está contagiado por el covid-19, permanece en cuarentena desde el pasado 6 de marzo con su mujer, Kate, y su hijo. Por tanto, el próximo lunes cumplirán un mes confinados. Hasta tres semanas, el artista cordobés realizada su trabajo en un espacio de 25 metros cuadrados, pero al aplicarse una nueva normativa ha tenido que recluirse en su casa de La Toscana porque su trabajo no es esencial.

Por tanto, ahora su vida ha dado un giro de 180 grados, ya que está trabajando desde casa, manteniendo su rutina diaria. Comenta que se levanta a las 7 de la mañana, desayuna y comienza a trabajar en casa, realizando modelos para la colección privada de este año. Su mujer realiza la compra una vez en semana, “porque mientras menos salgas a la calle, mejor”.

Resalta que “cuando sales a la calle, parece que eres la única persona que ha sobrevivido a la Tercera Guerra Mundial”. Kate añade que “en el supermercado es donde se ve más población y se observan colas kilométricas que, entre carro y carro hay entre 3 y 4 metros de distancia y la energía que hay en el interior es muy extraña, muy negativa y cargada”. Añade que hasta que no paga el cliente que va delante, el siguiente no puede cargar la compra en la cinta, con lo que el tiempo suele dilatarse en estos espacios de compra.

Por su parte, Marco Augusto Dueñas está ultimando dos obras de cuatro que está realizando para Portugal, así como tres esculturas que está realizando para el Líbano y dos esculturas de bronce para en Sotogrande (Cádiz), para una importante empresaria a nivel nacional, y la tercera obra que va a tener en el Vaticano. Se trata de un relieve de San Juan Pablo II, que le fue encargada a finales del pasado año.

Respecto a su hijo, que acaba de cumplir 13 años, comentan que “lleva sin ir al instituto desde el pasado 3 de marzo” y que “a los niños que no tienen acceso a una computadora se la suministran de manera temporal”. Kate afirma que “el sistema educativo italiano funciona muy bien, así como la sanitaria”. Concluyen que “la razón por la que no volvimos en su día a España es porque nos encontramos en todo momento informados de la situación del coronavirus y no tuvimos ninguna duda de estar mal aquí, porque desde el día 1 estábamos informados en todo momento, algo que no veíamos en España, con datos que no se estaban diciendo cuando en Italia llevábamos dos semanas de adelanto a vosotros y estamos viendo las consecuencias de ello”

Asimismo, esperan poder salir de casa en breve para tomar el aire, “aunque tenemos un jardincito en casa, pero la interacción humana nos falta, y como buenos españoles es algo esencial para nuestro ser, por lo que esperamos que pronto podamos volver a la normalidad”. Por último, concluyen que “se estima que para el próximo 31 de junio concluya la cuarentena, por lo que hasta entonces tendremos medidas de seguridad más suaves, aunque nuestra vida a partir de ahora será muy distinta”.