Los alcaldes de La Carlota, Antonio Granados, y Santaella, José Álvarez, han mantenido una reunión con la viceconsejera de Agricultura de la Junta, Ana Corredera, para solicitarle que se reactive el proyecto de puesta en riego de las 6.500 hectáreas que quedan pendientes para culminar el desarrollo llevado a cabo hasta el año 1994 del Plan Genil-Cabra. Granados ha explicado a este periódico que lo que se pretende es que «se le dé continuidad a la zona de regadíos del Genil-Cabra». Señala que este problema se remonta a finales de los años 70 del pasado siglo, cuando «se empieza a hablar de la zona regable». Por decreto ley se delimitaron los distintos sectores incluidos en la citada zona.

Explica que, de acuerdo con aquel decreto, se empezó a implementar el área delimitada, pero no se completó, de modo que La Carlota, Santaella y La Guijarrosa (antes perteneciente a Santaella) quedaron pendientes de la culminación del plan. Granados ha señalado que la implantación del regadío se fue desarrollando hasta el año 1994, pero a partir de ahí, por diversos motivos (cambios de gobiernos, crisis, etcétera) no llegó a culminarse, con el agravio comparativo que supone para los dos municipios que se quedaron pendientes.

Las estimaciones que manejan los regidores indican que la medida, de conseguirla, supondría la puesta en riego de unas 6.500 hectáreas de terreno de más de un centenar de propietarios. Actualmente, la zona que ya tiene regadío es de 23.946 hectáreas, de las que se están sirviendo aproximadamente unos 2.500 agricultores.

Antonio Granados ha explicado también que en el año 2015 el Ayuntamiento de La Carlota ya presentó unas alegaciones al Plan Hidrológico, porque atender esta demanda es competencia de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, pero además, señala que depende de una comisión técnica donde también está la Consejería de Agricultura, a la que se ha intentado demostrar que de lo que se trata no es de poner en marcha nuevas zonas de riego no previstas, sino de completar el plan que en su momento no se terminó. Asimismo, los alcaldes se han reunido con la Comunidad de Regantes del Genil-Cabra, que también han dado el visto bueno, porque han entendido que no se trata de pedir más agua, sino de aprovechar los excedentes actuales. «Este agua que no se está utilizando actualmente del Genil-Cabra es la que se utilizaría para cubrir esta zona», indican los alcaldes, porque explica que en los últimos años se han ido mejorando y optimizando las instalaciones de riego y se utiliza mucha menos agua, por lo que hay un excedente que cubriría perfectamente esta demanda.

Francisco Granados y José Álvarez tienen solicitada una nueva reunión con los responsables de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para insistir en esta petición «e informarle de que estamos también al habla con la Consejería porque entendemos que la financiación de esta obra, que tendría un coste aproximado de 31,2 millones para las conducciones secundarias porque el canal principal de abastecimiento ya existe, tendría que asumirse entre la Confederación, el Ministerio y la Junta». Esta implantación tendría un impacto económico muy importante para la comarca porque supondría «un enorme desarrollo a la actividad agrícola y, por consiguiente, el empleo», concluyen.