Oculta tras el esplendor romano, judío y árabe, la Córdoba medieval quizá sea uno de los periodos menos conocidos de la historia de la ciudad, pues pasó la mayor parte de este periodo bajo dominación califal y la imagen que ha trascendido de esta era ha sido siempre la de la mezcla de culturas y civilizaciones, y no la tradicional de caballeros y espadas.

No obstante, es en esta ciudad distinta, la Córdoba de la Mezquita-Catedral, donde arranca la temporada de mercados medievales de España, y donde se mezcla la fantasía, el teatro, la gastronomía, el ocio, la historia y la leyenda.

De todo eso hay estos días en La Ribera de Córdoba y el entorno de La Calahorra, explica a Efe Alberto Almagro, responsable de la empresa La Fragua del Vulcano, pioneros en la organización y recreación de mercados de este tipo y recreaciones históricas.

Almagro señala que la de Córdoba es "una cita que nadie quiere perderse" en el mundo de los mercados medievales, además de ser la primera del calendario, lo que demuestra el gran número de actividades, artesanos y hosteleros concitados.

Según el responsable de La Fragua del Vulcano, un total de 150 expositores se reparten por toda la zona sur de La Ribera, con puestos y productos llegados de Portugal, Hungría y la República Checa, un número alto, que no ha costado llenar, según los responsables, que organizan por primera vez este mercado, que se celebra desde 2001 en la ciudad.

El mercado arrancaba este viernes al medio día con un pregón a cargo de los bufones de la corte real, con música de tambores y gaitas, con danza medieval y del viente, y con sendas pequeñas exhibiciones de cetrería y combate a espada. Un número breve pero un muestrario intenso de todo lo que quiere ofrecer el Mercado Medieval, que dará, como es lógico, un gran espacio a los más pequeños, al disponer para ellos de tiovivos, tiro con arco, parques multiaventura y representaciones especiales.

Lucha entre caballeros, ante la torre de la Calahorra. Foto: SÁNCHEZ MORENO

Este año, la temática del mercado serán las historias y romances medievales vinculados a la ciudad, que serán representados y teatralizados, aunque también habrá degustaciones gastronómicas, concursos -de pintura, de vestuario y de fotografía en Instagram-, exposiciones de cámara de tortura, de cetrería, de armas antiguas, de esparto, y de oficios medievales.

Al fin y al cabo, los mercados medievales son un ente vivo, que lo forman cientos de personas llegadas de toda España, en un sector cada vez más profesionalizado, y que cuenta con artesanos, comerciantes, hosteleros y actores ambulantes, entre otros oficios.

Uno de ellos es Laura, que viene de Jaén a Córdoba cargada de garrapiñadas y que es veterana en esta plaza, que, según explica siempre suele responder. "Esperamos lo mejor de Córdoba, que participe todo el mundo, de la provincia y alrededores. Porque es que cada año hay más novedades", apostilla.

Por su parte, Francesca viene de Extremadura y dice que para ella es "un placer y un orgullo" sentirse cordobesa, pues lleva viniendo al mercado desde cuando se ubicaba en la Plaza de La Corredera.

Francisca saca tiempo para piropear a Córdoba recitando un verso que dice; "Córdoba es bella y señora / y una tierra privilegiada".

Lo cierto es que, si hay un verso popular sobre los cordobeses, ése es “Cordobés y hombre de bien no puede ser”, una frase que presuntamente se acuñó en la Edad Media como muestra de que la ciudad califal fue la única ciudad que nunca aceptó el derecho de pernada, y que, por tanto, sus habitantes no son ni nobles -ni bastardos-.

Esta y otras historias corren hoy de boca en boca y de puesto en puesto en el Mercado Medieval de Córdoba, el primero de la larga temporada de recreaciones en plazas de toda España.

Foto: SÁNCHEZ MORENO