El vertido de orujo al Guadalquivir a la altura de Pedro Abad este verano ha supuesto daños por un coste de 244.000 euros y provocó la mortandad de innumerables organismos vivios, recogiéndose 6,3 toneladas de cadáveres de peces. Esta es la respuesta del Gobierno central a la pregunta parlamentaria realizada por el diputado socialista Antonio Hurtado sobre los hechos y las consecuencias de este vertido al río desde la localidad cordobesa de Pedro Abad.

Según la contestación del Gobierno central, el vertido se produjo el pasado 19 de junio y la Delegación de Medio Ambiente de la Junta tuvo conocimiento de él por una llamada telefónica esa misma mañana. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir “empleó todos los medios a su alcance para la mitigación de este vertido. Durante el episodio se contó con la participación de personal de la Dirección Técnica y Comisaría de Aguas de la Confederación, así como de la empresa pública Tragsa”.

“En todo momento se contó con el seguimiento de las condiciones de calidad del cauce en tiempo real a través de una Estación SAICA (Sistema Automático de Información de Calidad de las Aguas), de medición automática de la calidad de las aguas y con el desplazamiento permanente de un equipo móvil para el monitoreo a demanda del oxígeno disuelto disponible en el agua a lo largo de todo el trazado que siguió el vertido”, informa el Gobierno.

El vertido alcanzó los términos municipales de Pedro Abad, El Carpio, Villafranca de Córdoba y la capital cordobesa. Aproximadamente, la mancha se extendió tuvo un recorrido de 21 kilómetros, perdiendo nivel de contaminación como se alejaba del origen, que según la información del Gobierno central fue provocado por una empresa de Pedro Abad.

Según la respuesta del Gobierno, los hechos producidos tienen una tipificación de "muy graves".