El proyecto para la rehabilitación del convento de Regina ha sufrido un nuevo revés que pone francamente difícil que pueda acometerse antes de que concluya en mayo el actual mandato. Es más, los plazos se ponen cuesta arriba incluso para adjudicar de nuevo la obra y, en cualquier caso, el Ayuntamiento de Córdoba tendrá que pedir una prórroga del Plan Turístico de Grandes Ciudades, con el que se financia, ya que dicho plan obliga a concluir los proyectos en marzo.

El nuevo revés a Regina ha venido en forma de informe de la asesoría jurídica municipal, que critica con dureza «el caos» en la gestión del expediente realizado por Gestión. Cabe recordar que las obras fueron adjudicadas a Construcciones y Desarrollos Tudmir SL, una empresa que empezó a poner problemas el mismo día en que debía firmarse el acta de replanteo, por lo que las obras ni siquiera se han iniciado. De hecho, se adjudicaron en marzo, iban a empezarse en mayo y la empresa terminó renunciando en junio. Precisamente a ese momento de junio hay que retrotraerse ahora, ya que el letrado considera que el expediente de resolución del contrato se ha tramitado mal, «lo que obliga a la anulación del procedimiento seguido». La propuesta del abogado es «dejar sin efecto todo lo actuado y retrotraer las actuaciones al momento de presentación por parte de la empresa del escrito de 15 de mayo». La resolución es un paso previo para poder adjudicar de nuevo la obra.

«PROYECTO MUERTO» / El viceportavoz del PP, Salvador Fuentes, que es quien hizo pública ayer la existencia del demoledor informe, considera que se puede afirmar que «la rehabilitación del convento de Regina es un proyecto muerto» y que no podrá hacerse ya en este mandado. Los populares ven en Regina un ejemplo de «la incapacidad de gestionar del Ayuntamiento y del caos organizativo» de PSOE e IU, al tiempo que señaló que este «no es un caso aislado», sino un patrón «de la ausencia de la planificación del área de Gestión». En última instancia, Salvador Fuentes criticó lo que, a su juicio, es la sintonía generalizada del mandato, con una baja ejecución de los presupuestos municipales, lo que hace peligrar los proyectos y genera inseguridad jurídica.

La obra de Regina, que se adjudicó a la baja por un importe de 562.468 euros, se incluye en el Plan Turístico de Grandes Ciudades, como las reformas del Templo Romano o de la Torre de la Inquisición. Fuentes considera que «la incompetencia del gobierno municipal» ha llevado a una vía muerta estos proyectos del plan, que debía haberse concluido en septiembre del 2016, pero cuyos plazos de ejecución con sus respectivas prórrogas vencerán sin que se hayan concluido.

De hecho, las obras del plan, que coordina la Delegación de Turismo, deberían estar finalizadas el 1 de marzo, aunque el Ayuntamiento tiene hasta junio para certificarlas. Fuentes de Turismo informaron de que se han solicitado varios informes preceptivos para conocer el cronograma que queda y poder solicitar de nuevo la prórroga del plan turístico. Ahora es Contratación la que debe iniciar la rescisión del contrato y volver a licitar la obra.