El gobierno municipal, formado por PP y Cs, se retrasa en la aprobación de las ordenanzas fiscales para 2020, que deben estar aprobadas antes de final de año, ya que de lo contrario se prorrogarán las tasas que PSOE e IU aprobaron para 2019. Los cálculos para que el expediente se apruebe de manera definitiva a tiempo pasan por la obligatoriedad de que el equipo de gobierno apruebe el anteproyecto en junta de gobierno local los primeros días de octubre, de modo que las ordenanzas se puedan remitir para su dictamen al Consejo Social (que aún no se ha constituido), el CREA y la Intervención. Cuando estén listos esos informes (en un plazo de entre 20 y 10 días) el equipo de gobierno estaría en disposición de aprobar el proyecto, para que a continuación pase por el Pleno para su aprobación provisional. Esa sesión tendría que celebrarse a finales de octubre para dar tiempo al periodo de reclamaciones (30 días) y llegar a la aprobación definitiva a finales de diciembre.

Ayer, el PSOE reiteró sus críticas al expediente fiscal del gobierno local y alertó de que tras la bajada fiscal defendida por el PP y Cs habrá recortes. «La bajada de impuestos de los gobiernos de derechas son siempre peligrosas», aseguró ayer la concejala del grupo municipal socialista Carmen Victoria Campos, que reclamó hace días unas ordenanzas basadas en «la justicia» y «la progresividad», y volvió a lamentar ayer «el desprecio» de los populares hacia su grupo.

Podemos, por su parte, acusó a PP y Cs de desarrollar «una gestión temeraria de los recursos» al estar haciendo una política fiscal «a ciegas», porque han planteado una rebaja fiscal sin disponer de datos contables precisos. «Ante esta falta de previsión de cuál va a ser el impacto de esta bajada de impuestos vamos a votar en contra. Por eso y porque la ciudad no puede afrontar retos y avances con esa política fiscal», dijo ayer el concejal Juan Alcántara, después de reiterar sus exigencias de información sobre cómo afectará la rebaja al gasto social.