Pedro Sánchez tiene un brazo magnífico, que nada tiene que envidiar a un buen palo de selfie. Largo, estable y con compatibilidad para dispositivos iOS y Android. Además, el candidato socialista tiene un máster en móviles, como demostró ayer en Córdoba, al echarse muchos, muchos, muchos selfies con quienes se lo pidieron en el paseo electoral que dio por el centro de la ciudad. De once a doce de la mañana. Sin atención a los periodistas (el titular, que pueden leer en el tema del día de este periódico, lo dio en Jaén, segundo hito de una jornada preelectoral que concluyó en Granada), pero con dedicación personalizada a quienes se le acercaron para pedirle trabajo, una ayuda para conseguir la nacionalidad española, una fotografía de grupo o un rato de charla. Con Lucas, por ejemplo, un estudiante de 16 años del IES Maimónides (que no votará por tanto el 10-N), conversó sobre pensiones (el presidente en funciones anunció el lunes que las subirá si gana y ayer le arreciaron las críticas tachándolo de «oportunista») y sobre la crisis/desaceleración de la economía. Apenas un «chorizo» y un «traidor» chillado al viento por algún transeunte desairado (también reivindicaciones de dos vecinas de la asociación Tomamos la Palabra) , frente a muchos más gritos de «guapo» y «presidente» de un público bastante senequista en general.

Pedro Sánchez, este martes en Córdoba, posa con cordobeses en el bulevar del Gran Capitán. FOTO: A.J. GONZÁLEZ

Acompañando a Sánchez, ya sin distinción: sanchistas del antiguo testamento y moriscos. En cabeza, la misma Susana Díaz, secretaria general del PSOE-A, junto al secretario provincial de los socialistas cordobeses, Antonio Ruiz, y el resto de cargos institucionales, como la exalcaldesa, Isabel Ambrosio, y orgánicos de la provincia. Entre ellos, los de nuevo candidatos cordobeses por el PSOE (a excepción del cabeza de lista, Luis Planas): Rafi Crespín, María Ángeles Luna, María Jesús Serrano, Alfonso Muñoz o Antonio Hurtado, que --dicho por él mismo-- busca «otra oportunidad como Platanito» (el 28-A se quedó a las puertas de lograr un acta de diputado, que terminó arrebatándole Vox).

El candidato socialista inició ayer la precampaña en Córdoba, con un desfile procesional algo ácrata y en formato Instagram, en un ambiente de moderado optimismo entre los socialistas, que tienen un ojo puesto en las encuestas, y el sexto sentido, en la abstención. Si el grado de euforia pudiera medirse en un paseo electoral, el de ayer le salió bien a Pedro Sánchez sin triunfalismo. «Este tipo de formato tiene sus riesgos, pero ha salido bien», aseguró uno de sus asesores de prensa al finalizar la caminata. El 10-N lo veremos.

Susana Díaz y Pedro Sánchez se hacen un selfie con este ciudadano y su pequeño. FOTO: CÓRDOBA