El gran desafío político mundial del 2021 (también el doméstico) será salir de la ciénaga en la que nos ha dejado varados el coronavirus. Si ésta es la peor crisis que han vivido las generaciones que no sufrieron la guerra en España, superarla también será el mayor reto al que se enfrentan los responsables políticos de hoy. Salir de la recesión requerirá liderazgo, estrategia, unidad y coraje para continuar, que como dijo Churchill es lo único que cuenta, ya que ni el éxito ni el fracaso son definitivos. La receta parece clara, pero la crispación política no ha dejado de crecer durante el año que más falta hizo estar unidos y en el que nos hemos tenido que recordar muchas veces para no caer en el desánimo aquello que los niños pintaron en las pancartas de los balcones durante el confinamiento: «Todo va a salir bien». Recordárnoslo por más que pasear por el entorno de la Mezquita siga siendo desolador.

EL GOBIERNO LOCAL

El año 2021 es clave para el mandato que el popular José María Bellido inició en el 2019 de la mano de Ciudadanos y que se ha visto truncado, como la vida de todos, por el coronavirus. En la medida y el ritmo en que la vacuna vaya despejando la incógnita de la crisis, el gobierno municipal podrá retomar sus planes y proyectos de ciudad y aparcar la urgencia de las ayudas de emergencia a autónomos, pymes y familias, la prioridad en estos meses de pandemia.

Los socios de gobierno comienzan el año sin presupuestos, igual que el pasado, y con la misma fragilidad numérica, por lo que seguirán necesitando a Vox --de errático y libre proceder en sus alianzas-- para aprobar éste y el resto de asuntos trascendentes en la vida municipal. El gran reto de la administración local sigue siendo la contratación de obras --a ralentí-- y la puesta en carga de inversiones, y como consecuencia de lo anterior la ejecución del presupuesto (del 2020 apenas se ha gastado el 53%, según los datos de la oposición). La maquinaria burocrática sigue lastrando la acción de gobierno (al igual que ocurrió en el anterior mandato), con la dificultad añadida de que esta vez serán muchos más los millones de euros a invertir (también es mayor las necesidades que cubrir) cuando el fondo de contingencia del Gobierno de Pedro Sánchez o los fondos europeos Next Generation --una posibilidad para virar la economía local tan dependiente siempre del turismo y los servicios-- se hagan por fin realidad. Además, este nuevo año se incrementarán las prisas de quienes han esperado hasta ahora, pacientes, a ver si despegaba el gobierno local. Bellido tiene que satisfacer a todos aquellos a los que prometió eficacia en la gestión y mejoras en la ciudad durante la campaña y cuando estaba al frente de la oposición. Pasar de las promesas a la acción y hacerlo con el equipo que tiene, cuyas debilidades ya han quedado al descubierto en estos meses de mandato. Las costuras que unen a PP y Cs volverán a ponerse más veces a prueba.

LA OPOSICIÓN

Si para el gobierno local 2021 es un año clave, no lo será menos para la oposición que debe ser capaz de plantear un modelo de ciudad atractivo y presentarse ante la ciudadanía como una alternativa real. Fundamentalmente es esta una tarea para la portavoz del principal partido de la oposición, el PSOE, Isabel Ambrosio, cuyo futuro político tendrá que despejar antes de que finalice el mandato para que el modelo que los socialistas ofrezcan a la ciudadanía sea creíble. No es esta la única formación que debe aclarar a quién pondrá al frente de sus listas en 2023, ya que el portavoz de Izquierda Unida, Pedro García, anunció hace meses su intención de no continuar en la vida política. La coalición de izquierdas también tiene pendiente renovar este año su dirección provincial.

PARTIDOS POLÍTICOS

Los dos partidos mayoritarios, Partido Socialista y Partido Popular, tienen pendientes procesos internos de renovación de sus direcciones provinciales. Con mucha probabilidad, los populares renovarán al frente de la presidencia de la formación a Adolfo Molina, que ha superado sin estridencias la etapa de José Antonio Nieto.

Más animado puede presentarse el congreso socialista, aunque hasta la fecha solo el actual secretario provincial, Antonio Ruiz, ha mostrado su interés por presentarse a los comicios internos. Pese a esa única declaración oficial, los movimientos entre las filas socialistas son un hecho y los alcaldes tantean ya los equilibrios de fuerzas entre las distintas sensibilidades. El PSOE en Córdoba sigue sin cerrar las heridas del anterior congreso y, aunque se afanen en negarlo, es evidente que continúa el divorcio entre la sede y el grupo municipal socialista. Además a estas variables habría que sumar el papel que juegue la sede de Ferraz en esta partida provincial (también en la andaluza y en el futuro de la misma Susana Díaz), donde Carmen Calvo, mano derecha de Pedro Sánchez, tendrá mucho que decir.