La evolución de la pandemia marcará, igual que nuestras vidas, la programación cultural cordobesa, que espera más presencialidad de la que ha tenido en el aciago año que ahora despedimos, en el que el streaming ha sido un refuerzo de difusión que ha venido para quedarse. Desde las instituciones, se insiste en que la cultura es un bien esencial y aseguran volcarse con este sector contra viento y marea, pero siempre respetando las normas de seguridad a las que obligue el covid-19. Desde la Junta de Andalucía, la delegada de Cultura y Patrimonio Histórico, Cristina Casanueva, asegura que el 2021 es «un año ilusionante y viene con fuerza en materia de cultura», ya que en el 2020 «hemos asentado las bases en muchos de los proyectos que había para la ciudad». Casanueva recuerda que han salido adelante las licitaciones de la restauración de los Baños de San Pedro, el plan de investigación de Ategua y trabajos en Medina Azahara, donde «se seguirán celebrando actividades complementarias para conocer el patrimonio». En cuanto a los museos, la delegada asegura que continuarán con sus propuestas habituales y en los espacios monumentales como la Sinagoga se organizarán conciertos. Por otra parte, se prevén varias exposiciones en el Teatro Cómico a lo largo de todo el año «con lo cual, vamos a contar con un espacio escénico y cultural hasta ahora cerrado a la ciudadanía», añadiendo que la Filmoteca también contará con una inversión para mejorar su accesibilidad.

La celebración del centenario del creador Ginés Liébana, del que ya se ha podido ver un prolegómeno en la Diputación de Córdoba con la exposición sobre su trayectoria, es uno de los cometidos de este año para la delegación municipal de Cultura, cuya titular, Marian Aguilar, explica que este área tiene previsto consolidar las líneas de actuación iniciadas en 2020 con motivo de la crisis sanitaria. «En este sentido, seguirán siendo nuestros principales objetivos el apoyo al sector cultural cordobés y el mantenimiento de una programación cultural de calidad plural y diversa», asegura la edil, que para cumplir con ambos retos continuará con la apuesta por Córdoba y sus creadores, generando nuevas oportunidades al sector cultural de la ciudad y fomentando la contratación de artistas locales, «lo que nos permitirá, además, desarrollar nuevas actividades que dinamizarán la agenda cultural cordobesa».

Por otro lado, Aguilar señala que se seguirá contando con la Plataforma Cultura Córdoba «como un importante canal de difusión tanto de la obra de nuestros artistas como de la programación de la propia Delegación». «Gracias a este medio, estamos no solo compensando las limitaciones de aforos que estamos viviendo, sino que nos está permitiendo llegar a nuevos públicos con diferentes inquietudes culturales, manteniendo y enriqueciendo así nuestra oferta cultural». Esta delegación continuará con sus ciclos habituales en Orive y el Centro Fosforito.

Teatro y música

Por su parte, Juan Carlos Limia, director del Gran Teatro, señala que la programación preparada por Instituto Municipal de las Artes Escénicas podrá llevarse a cabo y, aunque no descarta más limitaciones de horario y aforos, espera que «no será en peores condiciones que las que tenemos ahora» y conforme vayan pasando los meses «las circustancias mejoren». Así, en el marco escénico, los cordobeses podrán disfrutar de obras y actuaciones, algunas de ellas aplazadas, como Señor Ruiseñor, de la compañías El Joglars (26 de enero), Desmontando a Séneca, último espectáculo de Jorge Javier Vázquez (23 y 24 de enero); o En palabras de Jo… Mujercitas (26 de febrero). También hay una programación musical en la que destaca Zenet (27 de febrero), Bertín Osborne (1 de mayo), Camela (21 de mayo), Pastora Soler (28 de mayo), El Arrebato (4 de junio) y José Luis Perales (12 y 13 de junio).

Lo que correrá peligro será la Feria del Libro, algo que no se espera que suceda con el Festival de la Guitarra, «que ya estamos diseñando, rescatando algo de lo que estaba programado en el 2020», cuando se iba a celebrar su 40 aniversario.

Por otro lado, algunas salas privadas de la ciudad como M100 ya tienen conciertos cerrados y por sus tablas pasarán El Canijo de Jerez (6 de marzo) y Obús (27 de marzo), entre otros. Para ello, se habilitará la sala con mesas y sillas para respetar las normas de seguridad.