El proyecto de la Torre de la Inquisición ya está en la fase de concurso. La plataforma de contratación publicaba ayer la licitación de esta obra con la que el Ayuntamiento restaurará esta torre del Alcázar ubicada en la zona de la Ribera para ganar más espacios visitables y convertirla, junto con otras estancias, en museo. El proyecto se encuadra dentro del Plan Turístico de Grandes Ciudades que financian Junta y Ayuntamiento y que está a la espera de la concesión de una nueva prórroga, ya que no dará tiempo a terminar las actuaciones pendientes dentro del plazo fijado, que expira en la primera mitad de este año, sobre todo por la demora del convento Regina.

La junta de gobierno local dio el visto bueno en diciembre a los pliegos de condiciones de este concurso. El proyecto ha sido licitado por 185.553 euros y un plazo de dos meses y medio. Las empresas interesadas tendrán hasta el 22 de enero para la presentación de ofertas. A partir de ese momento empezará el periodo para analizar las propuestas y elegir a la empresa que ejecutará la actuación.

Como adelantó este periódico en diciembre, el proyecto que ha redactado la Gerencia de Urbanismo y que ejecutará el Imtur pondrá en valor la torre de 16 metros de base cilíndrica coronada por un pretil octogonal. El proyecto indica que la torre de la Inquisición, que posee tres estancias distintas a tres alturas (a la planta baja se accederá por el Patio Mudéjar y a las dos restantes, por el piso primero) se convertirá en un «pequeño centro de interpretación en el que, mediante paneles y un audiovisual, se explicitará la etapa en la que el Alcázar desempeñó la función de cárcel de la Inquisición, transmitiendo al visitante contenidos relativos al papel que dicho organismo desempeñó entre finales del siglo XV e inicios del XIX como elemento represivo de control ideológico y social». El proyecto añade que el ámbito de actuación se centra tanto «en el alzado como en las plantas» de la torre. En la planta primera, según el documento, «se incorporan al ámbito las dos estancias extremas de la crujía sur más próximas a la torre», además de la parte de la galería sur en una longitud similar». Las dos estancias que se añaden albergarán el contenido museográfico. En la segunda planta, se suman los vestíbulos de acceso a la sala y el que comunica con la escalera de subida a la terraza, que será uno de los atractivos de esta intervención por las perspectivas del Alcázar que brindará.

En los estudios previos se han detectado patologías como fisuras, humedad, suciedad y la acción de agentes biológicos y químicos, que se combatirán con una limpieza y posterior restauración. El documento especifica que en el pretil se restituirán las aristas reponiendo piezas de ladrillo que se han perdido; en la primera y segunda planta se limpiarán y se realizará la recuperación volumétrica de las tres saeteras; en los diseños grafiados encontrados en la cámara de la primera planta se aplicarán medidas especiales; y se actuará sobre la carpintería y cerrajería.