Manuel Silva preside desde hace varios años una mancomunidad integrada por nueve bloques, con entre 16 y 20 viviendas cada uno, más una zona de cocheras que están ubicados en el Parque Cruz Conde, que es otro de los barrios donde abundan las zonas privadas de uso público. Como en el resto de la ciudad, allí hay «una zona abierta, pero privada, en la que los costes económicos corren a cuenta de las comunidades de vecinos con el agravante de que la reparación y la limpieza es a costa de la mancomunidad», ya que, según señala, el «servicio de limpieza no pasa». La mancomunidad, que lleva funcionando más de veinte años, realiza los trabajos de jardinería y mantenimiento a través de Fepamic, que va un par de días cada semana. Para regar los jardines utilizan el agua de un pozo. Estos trabajos tienen un coste mensual de más de 900 euros. Según sus cálculos, a cada bloque le cuestan las tareas de mantenimiento más de 130 euros al mes, sin contar con las cocheras, por lo que el gasto supera los 1.500 euros al año. Manuel Silva no puede ocultar «su descontento con la administración por soportar un gasto que deben afrontar ellos por ser espacios de uso público». Por ello, su demanda es que esos espacios «sean una zona más de la ciudad».