La Escuela de Participación Ciudadana acoge unas jornadas de formación sobre los criterios legales necesarios a tener en cuenta antes de abordar el cambio de la nomenclatura de las calles, para dar cumplimento a la Ley de la Memoria Democrática.

Según ha explicado Alba Doblas, responsable de Participación Ciudadana del Ayuntamiento, tras la polémica surgida, para iniciar el procedimiento de renovación del callejero lo primero que se ha hecho es informar a los colectivos ciudadanos, para que se recojan todas las aportaciones posibles. Así, se ha podido conocer la experiencia del Ayuntamiento de Madrid y también otra ponencia de Ana Verdú, archivera municipal, sobre el nombre originario de las calles de Córdoba, en la que señaló que el viario de la ciudad recogía uno nombres tradicionales, casi todos vinculados a los oficios que en esas calles se desarrollaban, y que fueron las dictaduras de Primo de Rivera y, especialmente, la de Franco las que empezaron a cambiar el nomenclátor.

El procedimiento que el Ayuntamiento va a seguir pasa por recoger en los consejos de distritos las propuestas de los nombres de calles, que, a su vez, se recogerán en el Consejo Ciudadano, que propondrá tres nombres como máximo para calle a cambiar, para que posteriormente se pongan en conocimiento del Ayuntamiento. El plazo total para terminar todo este procedimiento se alargará aproximadamente hasta octubre.