La Delegación de Infraestructuras del Ayuntamiento de Córdoba asumirá en su organigrama una oficina técnica para grandes proyectos, es decir, aquellas iniciativas municipales que excedan el medio millón de euros de presupuesto. El teniente de alcalde de Infraestructuras, David Dorado (Cs), ha valorado "positivamente" la propuesta realizada por el secretario municipal, Valeriano Lavela, que pasaba por crear una oficina técnica para vigilar las obras de grandes proyectos de ciudad, que superen el medio millón de euros de coste. La propuesta se produce después de los múltiples problemas acumulados en obras como la del Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones de Córdoba, la remodelación de La Normal de Magisterio, la rehabilitación del Convento Regina o el Templo Romano. Todos estos proyectos son buenos ejemplos de la complejidad administrativa y las dificultades que tiene que superar el Ayuntamiento de Córdoba para sacar adelante en tiempo y forma estos grandes proyectos, que acumulan meses de retraso por diversos motivos.

Cabe recordar que la propuesta de creación de una oficina técnica está recogida en la nueva ley de contratos del sector público "para proyectos de más de 500.000 euros", recuerda el edil de Cs. En estos casos, dice la norma, "los órganos de contratación deberán solicitar un informe de la correspondiente unidad de supervisión de proyectos”. El concejal de Infraestructuras, David Dorado, considera que teniendo en cuenta que la unidad municipal de proyectos con la que cuenta el Ayuntamiento de Córdoba, dotada con funcionarios de carrera, es "la del área de Infraestructuras" y en una decisión que evitará duplicidades innecesarias "tal y como indica también el secretario en su escrito, lo mejor sería incorporar el servicio de supervisión de proyectos a la unidad de proyectos de Infraestructuras", ha afirmado el responsable de este área que se compromete a ponerla en marcha "a la mayor brevedad posible".

La propuesta que el secretario municipal le hizo llegar a través de un escrito al coordinador general del Ayuntamiento, Ramón Díaz-Castellano, es la de una oficina que pueda detectar y corregir, en la medida de lo posible, las deficiencias de los proyectos técnicos, las imprecisiones de los contratos, la no inclusión de partidas que debían estar en el proyecto técnico y a la inversa, e incluso corregir las posibles mediciones incorrectas que pudiera haber en los pliegos técnicos y en los diseños.