Córdoba entró este lunes en la fase 1 de la desescalada, pero lo hizo todavía a medio gas. Tras una semana centrada en la recuperación de la actividad deportiva, en las visitas a la peluquería y la puesta a punto del comercio, con compras concertadas por cita previa, fueron las tiendas pequeñas (solo podían abrir las de menos de 400 metros) de todo tipo las que se decidieron de forma más numerosa a reabrir sus puertas, algo más libres de ataduras, en busca de negocio, mientras el 75% de los bares permanecen cerrados.
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En una jornada de tiempo desapacible, que parece que se prolongará durante toda la semana, nada invitaba a abandonar el confinamiento para salir de compras o sentarse en un bar, al menos durante el día. La cosa ha cambiado al llegar la noche, cuando los bares se han empezado a animar sobre todo, por la presencia de grupos de jóvenes, deseosos de poder reencontrarse con los amigos, ahora que está autorizado, en distintas zonas de la ciudad como El Tablero o la avenida de Barcelona. Según el concejal de Seguridad y Movilidad, Miguel Ángel Torrico, estos encuentros se han producido hasta el momento, sin incidencias, y cumpliendo en líneas generales las normas de distancia social entre mesas establecidas.
Imagen de una terraza de la zona del Tablero, esta noche. foto AJ GONZÁLEZ
Las bibliotecas municipales, que cuentan desde este lunes con autorización del Gobierno para funcionar al 30% de su aforo, permanecerán cerradas de momento, según informó el director de la red local, Rafael Ruiz, y a la espera de que se acometa la adaptación de las instalaciones según las instrucciones de Salud Laboral "para que el circuito de préstamo y devolución sea seguro", incorporando mamparas en los mostradores, entre otras medidas de seguridad. El plan es reabrir la biblioteca central la primera, en horario de 9 a 14 horas, y que el resto se sumen cuando reabran los centros cívicos.
También con un 30% del aforo, volvió ayer la actividad a las iglesias, con misas más cortas, mascarillas y sin agua bendita.
Reencuentros
El de ayer fue también día de salidas por la provincia y de emotivos reencuentros, como el de Marisol Prieto y cuatro de sus hermanos, que ayer pudieron coger el coche para visitar a su madre, de 83 años, en Aguilar, por primera vez desde el 11 de marzo. "Lo de no abrazarse después de tantos días es muy complicado, sobre todo con los sobrinos más pequeños", confesó Marisol. "Estamos teniendo especial cuidado con mi madre y un hermano que son pacientes de riesgo, ha sido muy emocionante volver a vernos todos".
Solo el 25% de los bares volvieron a abrir en la capital cordobesa. Foto: A.J. GONZÁLEZ
