El Ayuntamiento ha iniciado esta mañana las tareas para limpiar el Templo Romano, monumento que estaba en obras hasta Semana Santa pero que quedaron paradas y aún siguen en esa situación. Con estos trabajos, que llevan a cabo contratados a través del programa Emplea, el gobierno local de PP y Ciudadanos pretende evitar que el deterioro del monumento vaya a más y que muestre otra imagen diferente. Los trabajos se prolongarán durante diez días. Las primeras tareas realizadas se han desarrollado solo a primera hora de la mañana.

El adecentamiento del Templo Romano fue solicitado por Ciudadanos nada más entrar en el gobierno local, según explicó a este periódico su portavoz, y primera teniente de alcalde, Isabel Albás. El lunes, el presidente de Urbanismo, Salvador Fuentes (PP), delante del Templo Romano, dio a conocer los trabajos que se iban a realizar y que empiezan después de que se le haya hecho un requerimiento a la adjudicataria, Arquepec, que aún tiene el contrato en vigor, para que se haga cargo de estas tareas, sin que lo haya hecho. El Ayuntamiento intenta resolver el contrato con esta empresa, que se encuentra en concurso de acreedores. De hecho, y según explicó Fuentes, Urbanismo ya ha hecho la propuesta de resolución.

El Templo Romano ya fue sometido a un proyecto de restauración que culminó, pero hace un año empezó la segunda fase, que quedó parada poco después, aunque se reanudó. Sin embargo, unos meses después, y aunque la obra debía estar acabada a finales del año pasado, esta quedó parada de nuevo. El proyecto está incluido en el Plan Turístico de Grandes Ciudades, cuyo grado de ejecución es muy bajo a pesar de haber transcurrido cinco años desde su inicio y de que lleva ya tres prórrogas.

RESOLUCIÓN DE CONTRATO

Por otro lado, el gobierno local ha reiterado, a través de una nota, que acordará la resolución del contrato con Arquepec. El teniente de alcalde de Hacienda y presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Salvador Fuentes, ha explicado que el primer paso será acordarla en la junta de gobierno local, aunque teme que “el asunto acabará en los tribunales, antes de poder acordar la resolución definitivamente”. Después, y según Fuentes, “se podrá realizar el acto de recepción de las obras que se hayan ejecutado correctamente, en las que tendremos que realizar la comprobación, medición general y liquidación final de los trabajos, que también tendrá que ser acordada y comunicada al contratista. Una vez que se resuelvan todos estos trámites se podrá plantear una nueva licitación”, ha detallado Fuentes.

En cuanto a la intención de la empresa de reclamar 178.000 euros al Ayuntamiento, que publica El Día de Córdoba en su edición de hoy, Fuentes ha señalado que “por parte del Ayuntamiento se va a realizar un informe para cuantificar los daños y perjuicios que ha supuesto la paralización de las obras y en el que, de la misma manera, propondremos la incautación de la garantía depositada en el inicio de los trabajos”.

VERSIÓN DE LA EMPRESA

Arquepec, por su parte, ha solicitado también la resolución del contrato y reclamado lo que “falta por certificar de trabajos ejecutados y material acopiado” por 48.443 euros, a los que se suman 130.000 euros por las “pérdidas obtenidas por la falta de definición del proyecto y la ejecución de trabajos no proyectados y exigidos fuera” del mismo. Esas dos cantidades suman los 178.443 euros que exige a Urbanismo a través de un escrito, al que ha tenido acceso este periódico. A juicio de Arquepec, “el proyecto no se encontraba totalmente definido desde su inicio”, lo que “alteró totalmente el programa inicial de los trabajos, con los consiguientes perjuicios provocados a la contratista con la ralentización y la imposible ejecución de los mismos”.

En el escrito, Arquepec se queja de que la situación ha causado “un gravísimo perjuicio económico” que ha afectado a “la insolvencia” de la empresa. Hay que recordar que Arquepec está en concurso de acreedores. Además, critica que no ha tenido respuesta a los escritos presentados para la liquidación de la obra y para la resolución del contrato y recuerda que el plazo de ejecución está vencido desde marzo y que quedan facturas de diciembre y enero sin pagar.

Según el relato de la empresa, desde septiembre del 2018 viene reclamando la definición del proyecto en cuanto a la pasarela, la escalera, la plataforma y la plataforma del pronaos. En aquel momento es cuando pidió la paralización temporal. Entonces Urbanismo negó la indefinición y la acusó de abandonar la obra, por lo que en, octubre, la empresa la reanudó y, según indica, se volvió a encontrar con los mismos problemas y se vio obligada a pedir una ampliación de plazo de tres meses.

En marzo de este año, y según Arquepec, planteó de nuevo la imposibilidad de seguir por la "indefinición" aludida y por las alteraciones de sus previsiones, que, según asegura, estaban “causando un quebranto económico inasumible para la empresa”. Entonces pidió la resolución del contrato. Ese mes es cuando recibió “documentación referente a la redefinición de la plataforma y pasarela”, cuando el plazo de ejecución “estaba vencido”. A finales de ese mes, Urbanismo y empresa acordaron la cesión del contrato cuando se certificase el 20% del presupuesto, que, según la empresa, se superó.

INFORME DE URBANISMO

Un informe del Servicio de Proyectos de Urbanismo achaca el retraso en la certificación de emisiones a la empresa. En él Urbanismo estima el nivel de ejecución de la obra en el 8,97% y que “para alcanzar la cantidad del 20% la empresa incorpora unos precios nuevos o modifica otros existentes a su criterio”. Por ello, concluye que la medición final aportada por Arquepec “no puede ser aceptada” y que la obra ejecutada “no alcanza el 20% del presupuesto”.