Dos centenares de asistentes han participado en un acto en recuerdo del joven Francisco Molina Sánchez, que no volvió a su casa de Córdoba la noche del 2 de julio del 2015, fecha desde la que no se sabe nada de su paradero, y que hoy cumple 20 años de edad. Se ha tratado de un acto sentido al que se ha unido la cantante Lya con dos emocionantes composiciones, y convertido en la práctica en una manifestación de apoyo no solo a los allegados de Paco Molina, sino también en general a todos los familiares de personas desaparecidas, reivindicando para su búsqueda más medios y cambios normativos, como recordó el padre del joven cordobés desaparecido, Isidro Molina, y el presidente de la fundación Quién Sabe Dónde Global, el periodista Paco Lobatón.

El propio Lobatón señaló la importancia del acto celebrado en Córdoba, en la plaza de Los Califas (Poniente), y que ha permitido que hagan piña familias distantes en sus circunstancias y procedencia pero unidas por el drama de contar con una persona desaparecida, mientras que recibían el apoyo de la sociedad y de las instituciones (estuvieron presentes concejales y parlamentarios de todo el arco político). Así, junto a familiares y amigos de Paco Molina se han encontrado allegados de Antonio Ortega (que estuvo desaparecido este año en Málaga siete meses hasta que se encontró su cuerpo sin vida en agosto), David Guerrero (el ‘Niños Pintor’, de Málaga), María Ángeles Zurera (desaparecida en Aguilar hace una década), Rafael Muriel (el adamuceño del que se perdió la pista hace un año en el entorno de Los Morales) o de la pequeña Lucía, desparecida durante días el año pasado en Pizarra (Málaga).

Participantes en la concentración de hoy en Córdoba. Foto: MANUEL MURILLO

Lobatón elogió iniciativas como la de la creación del Centro Nacional de Desaparecidos o algunas mejoras legislativas (como que se haga público el censo de personas desaparecidas desde el 2017), aunque reclamó más recursos y una modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que permita agilizar las búsquedas en lugar de bloquearlas. Más aún, Lobatón anunció que el 6 de noviembre está previsto un debate en el Congreso de los Diputados sobre el drama de las familias con personas desaparecidas, y en el que se planteará crear el Estatuto de la Persona Desaparecida.

Por su parte, Isidro Molina informó que actualmente la Policía está trabajando en dos líneas de investigación sobre la desaparición de su hijo, dos estrategias de búsqueda de las que no se pueden dar datos públicos aún y que requieren que “se vaya lento, para mí, demasiado lento”, decía recordando el sinvivir que supone para la familia esta ausencia sin ningún tipo de información de su hijo en casi tres años y medio. “Piensas en ello las 24 horas del día. Y dormir… se duerme con pastillas, y a ratos. Yo pensaba que el tiempo podía apaciguar algo esto y... no, no puede”, decía antes de comenzar el acto.

Paco Molina fue visto por última vez en Córdoba el 2 de julio del 2015, cuando sobre las 19 horas salió apara reunirse con unos amigos en los Jardines de los Patos con solo 4 euros en el bolsillo. Durante unas horas estuvo de charla con ellos y, al final, dijo que se marchaba para quedar con alguien en un bar del centro. Entonces, mandó unos mensajes a la familia diciendo que se quedaba en casa de un amigo a dormir. La última comunicación que se registró fue sobre medianoche, mientras que un testigo lo ubica por última vez en Córdoba, a esa hora, en la estación de autobuses, tomando un autobús de línea con destino a Madrid.