El director de la Fundación Cajasur, Ángel Cañadilla, ha subrayado que, en el ámbito de la intervención social, el llamado «tercer sector debe ser profesional» e innovar, buscando fórmulas de actuación «diferentes» para lograr «soluciones» a problemas muchas veces complejos, porque ya «no basta con ser buenos, sino que hay que ser cada vez más eficientes», para así «tener impacto social».

Cañadilla llega a esta conclusión tras hacer balance de la actividad de la Fundación Cajasur durante el año que concluye, en el que, con un presupuesto de 5,8 millones de euros, ha promovido y apoyado «620 proyectos» en las áreas educativa, cultural, patrimonial y social, con especial incidencia en las provincias de Córdoba y Jaén, pero también en las de Málaga, Granada, Sevilla y Huelva.

En este contexto se inscribe «el proyecto integral que se lleva a cabo en el barrio de Palmeras» por los propios vecinos y colectivos del mismo, al que se han sumado la Fundación Cajasur y la Universidad Loyola Andalucía, dando «los primeros pasos para aglutinar una iniciativa y que a las instituciones les sea más fácil» intervenir, razón por la que ya han realizado «un diagnóstico del barrio», entrevistando a 2.500 vecinos de la zona.