El presidente del comité de empresa de la factoría de ABB en Córdoba, Jesús Villegas, avanzó ayer que «nos queda la parte más difícil, la empresa está presentando avances muy poco significativos en la negociación, están muy centrados en los despidos y en el cierre de la línea de interruptores, que es lo que dificulta aún más este expediente». Con estas palabras definió la labor que están realizando los representantes de los trabajadores para tratar de frenar el Expediente de Regulación de Empleo y la respuesta que están encontrando por parte de esta multinacional suiza.

Además de esto, consultado por los posibles contactos con Hitachi, que ha adquirido el negocio de power grids (redes eléctricas), que es la actividad principal de la planta cordobesa (aunque la operación se materializará en el 2020), Villegas explicó que «estamos intentando tener ese contacto y que nos ayude en este expediente».

La secretaria general de CCOO, Marina Borrego, detalló que este sindicato se reunió ayer con los ministerios de Empleo e Industria, «y nos apoyan para que podamos apostar por que en Córdoba no se mueva ni una persona» de la fábrica de ABB. En este sentido, lamentó que «se quieren llevar una línea de interruptores que estaba produciendo a tope y donde se iba a contratar el doble de la plantilla. No lo vamos a permitir».

De su parte, el secretario general de UGT, Vicente Palomares, hizo hincapié, entre otras ideas, en que «la fibra industrial no es muy grande» en Córdoba, por lo que, a su juicio, «tenemos que apoyarla hasta el máximo extremo y, en todo caso, atraer algo más».

El próximo viernes finalizará la negociación que la multinacional de bienes de equipo mantiene con los trabajadores para aplicar un ERE que fue anunciado el pasado mes de junio, por lo que se podrá conocer qué medidas adopta finalmente. Así. una vez que finalice el periodo de consultas (con o sin acuerdo) ABB podría aplicar el ERE si este es aprobado por la Autoridad laboral de Madrid. Por el momento, la plantilla desconoce cuándo podrían producirse los despidos si llegan a materializarse. En un primer momento, la firma planteó la reducción de 59 empleos, 49 en Córdoba y el resto, en Bilbao. El recorte afectaría a la línea de interruptores y a la división de transformadores.