El portavoz de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A), Carlos Arce, el responsable de prisiones de la asociación, Valentín Aguilar, y el delegado de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Córdoba, Rafael del Castillo, denunciaron ayer en una rueda de prensa conjunta la situación de los presos de la cárcel de Córdoba, que, según informaron, están pasando el invierno sin calefacción por tercer año consecutivo, pese a la ola de frío que ha bajado los termómetros a temperaturas bajo cero. Según Valentín Aguilar, Instituciones Penitenciarias ha adoptado esta medida en las cárceles andaluzas, lo que consideran una discriminación respecto a los internos de prisiones de otras provincias españolas. «Tienen que tener una botella de agua caliente en la cama para conciliar el sueño, ya que solo hay calefacción en enfermería y en el módulo de aislamiento», asegura la organización, que interpondrá una queja al Defensor del Pueblo Andaluz y que ayer reclamó el apoyo del Ayuntamiento para los «1.400 ciudadanos que viven en este centro penitenciario, situado en el término municipal de Córdoba». Según Aguilar, «se ha adoptado una medida de ahorro ecónomico a costa de la salud de los internos» que soportan bajas temperaturas «mientras los trabajadores o las visitas, al otro lado de un cristal, sí tienen calefacción».

El concejal de Servicios Sociales, Rafael del Castillo, dijo que «el Ayuntamiento no puede quedarse al margen ante una vulneración de derechos de 1.400 personas» y reclamó al subdelegado del Gobierno que revierta la situación lo antes posible. La organización afirma que ha recibido numerosas quejas de los familiares, indignados por tener que soportar el frío «cuando las dependencias de funcionarios y abogados están acondicionadas».

En respuesta a esta denuncia, fuentes de la Subdelegación del Gobierno negaron que los internos estén sin calefacción y aseguran que «hay un sistema apropiado y activado».