Las obras de la plaza del Colodro han dejado al descubierto parte de la muralla islámica de la Axerquía. Se trata de la segunda actuación sufragada por los fondos anticrisis que se encuentra con restos arqueológicos de importancia. La primera fue la renovación de la red de saneamiento de la calle Alfonso XIII, que tuvo que descartarse por la aparición de una cloaca romana en uso y restos de la Vía Augusta.

Todo apunta a que en el caso del Colodro las consecuencias no serán las mismas, aunque, con toda probabilidad, el hallazgo repercutirá en el proyecto. La empresa municipal que lo promueve con cargo a los fondos estatales, Vimcorsa, tiene ya a arquitectos trabajando en su remodelación en coordinación con el Servicio de Arqueología de Urbanismo. Según explicaba ayer la presidenta de Vimcorsa, Victoria Fernández, "estamos estudiando la posibilidad de integrarla en el proyecto, para que pueda verse". Fernández calcula que la semana que viene se conocerá la solución. Entonces se sabrá si se perderá alguna plaza de aparcamiento o espacios libres. "Todo apunta a que se podrá integrar la muralla, si no, y atendiendo al dictamen de Cultura, habrá que continuar la obra como estaba prevista y con el itinerario que nos marque", dice. El hallazgo no impedirá que las obras sigan adelante, según Fernández, ya que el proyecto incluye la remodelación de la calle Mayor de Santa Marina, por lo que "hay tajo para seguir trabajando".

En las excavaciones han aparecido también restos de la puerta del Colodro, que fue demolida, junto a la muralla, a mediados del siglo XIX por la llegada de nuevas ideas urbanísticas de Europa que veían en puertas y murallas un impedimento para el desarrollo de la ciudad.